La mitad de las vistas penales no se celebran porque se llega a un acuerdo
14 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Decenas de testigos esperan durante horas en los pasillos de los juzgados de Vigo para irse sin declarar porque el fiscal y los abogados cierran un acuerdo por conformidad. En una mañana típica, un tribunal de lo Penal cita a los testigos de cinco o seis juicios, de los que, según una estimación de La Voz, uno se suspende, otros tres derivan en una vista por conformidad y solo dos se celebran. Esto supone que, en la práctica, la mitad de las vistas solo duran unos minutos, lo justo para que el acusado acepte los hechos y la condena, y firme la sentencia por conformidad.
La importancia de estas vistas es fácil de calcular. En una semana, los tres juzgados de lo Penal celebran medio centenar de juicios, junto a otros dos de la Audiencia Provincial. Cada juicio tiene una media de cinco testigos, incluidos policías o forenses. Esto supone, que cada semana pasan entre 250 y 300 testigos por estos tribunales, de los que solo declararán la tercera parte, unos cien. A ellos se suman decenas de pleitos laborales y civiles diarios, varios centenares a la semana, muchos cerrados con conformidad.
Sin duda, estos procesos han agilizado la Justicia. En ellas, el imputado admite como ciertas las acusaciones y se conforma con la pena de cárcel, multa o trabajos en beneficio de la comunidad. El acuerdo es previamente negociado dentro de la sala entre el fiscal y los abogados de las aseguradoras, de la víctima y el acusado. Llegar a un acuerdo puede demorarse unos 20 o 25 minutos, en los que el letrado del perjudicado busca una rebaja de la condena inferior a dos años de cárcel para que el acusado no tenga que ingresar en prisión salvo que sea reincidente. Otra vez, el imputado está desempleado y la discusión gira respecto a la cuantía y los plazos para pagar una multa razonable y cerrar un buen acuerdo. Un jurista vigués asiduo a hacer pasillos definió hace así unos días las vistas por conformidad: «La Justicia se reduce a un regateo».
El problema de estas vistas es que, si hay acuerdo, los testigos no declaran, por lo que muchos han perdido la mañana sentados. «A veces llaman a policías que no tienen que ver con el atestado, citan al instrucción o al secretario, que ni siquiera vieron al detenido», dice Celso González, del sindicato UFP.
Para evitar estas situaciones, desde hace un año, la Fiscalía trabaja para organizar mejor con los abogados los acuerdos por conformidad. La Fiscalía General del Estado ha enviado una circular a sus oficinas con el fin de organizar mejor las negociaciones con los abogados. La idea surgió en Barcelona, donde un abogado tenía que localizar a uno entre cien o 200 fiscales para ponerse en contacto y negociar antes del juicio, de forma que tuviesen una vía abierta. La idea nació para anticipar el acuerdo antes de llegar a juicio y evitar molestar a los testigos.