Una bolsa de agua en la nueva estación de tren obligó a suspender el tráfico ferroviario durante una hora.
26 oct 2011 . Actualizado a las 22:59 h.La imagen se ha vuelto a repetir. Alcantarillas rebosando, ríos desbordados, inundaciones en bajos y bolsas de agua que impiden circular por varias calles del centro de Vigo. Apenas han pasado tres días desde el último temporal pero los vigueses han vuelto a sufrir hoy los efectos de las intensas lluvias. La ciudad olívica y el sur de la provincia de Pontevedra han sido las zonas más afectadas por el temporal, con cerca de 200 incidencias, según informan desde el 112.
Desde las dos de la tarde apenas ha parado de llover en la ciudad olívica y los efectos se han hecho notar a primera hora de esta tarde. Las sirenas no paraban de sonar y el reguero de incidencias es innumerable. Viviendas y bajos anegados, riadas, árboles caídos y calles cortadas. Las lluvias han provocado problemas importantes en calles como Colón, Areal, Julián Estévez, el entorno de la Plaza de Compostela, Beiramar y en las inmediaciones del estadio de Balaídos, donde quedaron un buen número de coches atrapados.
Según informa la agencia Efe, un desprendimiento de tierras obligó a cortar la carretera de Zondal y se movilizaron dotaciones policiales y de bomberos por la caída de cascotes de la fachada de un edificio de la calle Asturias y porque una valla publicitaria se había desprendido en la avenida de Madrid. La situación en las parroquias también ha sido complicada con viales cortados, importantes bolsas de aguas en zonas de Coruxo y Matamá. Dentro de todas esas incidencias, los servicios de emergencias tuvieron tiempo para liberar a una yegua y un potro en Sárdoma que estaban atados y corrían el peligro de perecer ahogados por la crecida del río.
Los peores momentos se han vivido a partir de las cuatro de la tarde cuando aún no había parado de llover y el tráfico se comenzaba a colapsar en el centro. El agua superaba la altura de las ruedas de los coches en varias calles de la ciudad y la policía tuvo que cortar varias de las arterias principales como Julián Estévez, Sanjurjo Badía, o Arquitecto Palacios. Varios vehículos se quedaron atrapados en túneles como el de la AP-9, el de la calle A Cañiza y el de la avenida da Ponte, en Cabral y los bomberos tuvieron que rescatar a un hombre que estaba en el interior de un coche inundado en la calle Areal. Poco a poco se va recuperando la normalidad, aunque en muchos locales y garajes ha llegado el momento de empezar a achicar agua.
Tráfico ferroviario
La acumulación de agua en el entorno de la estación de tren de Vigo obligó suspender el tráfico ferroviario sobre las 17.15 horas. Tres trenes de media distancia se vieron afectados y los viajeros se transbordaron por carretera entre Redondela y Vigo. El desprendimiento de un trinchera también provocó problemas en la línea entre O Porriño y Tui. La vía se llenó de tierra entre O Porriño y Louredo y Renfe tuvo que establecer un plan alternativo por carretera para un tren regional que circulaba entre Ourense y Vigo. Poco después de las seis de la tarde se restableció el tráfico y desde ese momento los trenes ya circulan con normalidad en ambas líneas. De todos modos, Renfe reconoce que se ha reducido la velocidad en algunos tramos por precaución.
Val Miñor
Los desprendimientos de tierra también han obligado a cortar la carretera de Santa María de Oia a la altura de la gasolinera de Viladesuso. Las riadas llenaron de tierra la calzada sobre las tres de la tarde y en la zona están trabajando ya varios operarios para tratar de reabrir el vial al tráfico. según ha confirmado a Efe el alcalde de Oia, Alejandro Rodríguez, la zona más afectada es la situada entre las parroquias de Mougás y Santa María de Oia. La gran cantidad de agua acumulada en la carretera ha ocasionado problemas a un autobús escolar que devolvía a los niños a sus viviendas, lo que obligó a limpiar el vial para que el autocar pudiese continuar su marcha.
Además, la comarca de O Val Miñor también se ha visto seriamente afectada por las lluvias y las inundaciones han reaparecido en la parroquia de Sabarís, en el municipio de Baiona. El río Groba se ha desbordado a primera hora de la tarde afectando al entorno de la plaza de abastos, informaron a EFE fuentes del Grupo Municipal de Intervención Rápida (Grumir) del Val Miñor. Varios viales y viviendas se han visto afectados y los vecinos han revivido lo ocurrido en el 2006, cuando la zona sufrió severas inundaciones. En Gondomar, el río Miñor también se desbordó y provocó inundaciones de más de un metro de agua en la zona del mercado .
Las previsiones meteorológicas barajaban que en doce horas podrían caer en la provincia de Pontevedra, que lleva desde la mañana en alerta naranja, 80 litros por metro cuadrado. Ese registro ya se ha superado, por ejemplo en el municipio de Mos, donde sobre las seis de la tarde ya se alcanzaron los 120 litros por metro cuadrado.