Pablo Cacheda firmó una plata en el mundial júnior y un ascenso a Asobal
28 dic 2011 . Actualizado a las 12:23 h.Uno de los deportistas gallegos que más han destacado en el 2011 ha sido el lalinense Pablo Cacheda. El jugador del Octavio ha firmado un ascenso a la Asobal como campeón de la División de Honor B, una medalla de plata en el mundial júnior con la selección española, y para cerrar el año una brillante clasificación para la Copa del Rey.
«Ha sido un año completísimo al que poco más se le puede pedir. Muy contento de cómo ha transcurrido y de cómo ha terminado. Era mi primer año jugando en un equipo profesional y ojalá que estos logros se puedan repetir durante muchos años», comenta. Por eso le resulta difícil pedirle algo más al 2012. «La permanencia y poco más se le puede pedir».
Su calidad no ha pasado desapercibida para muchos equipos de los punteros del balonmano español. Sin embargo, prefiere poner freno a su ambición. «Me quedan años de contrato en el Octavio y quiero cumplirlos. No hay nada real en esos rumores. Quiero seguir en este club porque le estoy muy agradecido. Cuando fiché mi idea era aprender en mis dos años de juveniles para luego volver al equipo de Primera Nacional del Lalín. No pensaba mucho más allá. Encontrarse con todo esto ha sido un premio y de los gordos».
Para Cacheda no hay duda de que el Octavio se ha convertido en la referencia del balonmano gallego. «Hoy por hoy el Octavio es un referente en Galicia y ojalá llegue a serlo en España. Cada chaval que salga pensará que ojalá que algún día pueda jugar en el Octavio».
Sobre la entrada de su equipo por segundo año consecutivo en la Copa se queda con que en «la del año pasado fue un poco forzada porque no pintábamos mucho pero este año ojalá que no nos toque ninguno de los tres o cuatro grandes para intentar pasar una ronda».