Joyas de la arquitectura coruñesa de los años 20

En 1926 las galerías habían pasado a la historia y con esta rotundidad lo proclama Leoncio Bescansa en el edificio Diente de Oro, la única fachada de la Marina que rompe la manzana acristalada.

21 nov 2021 . Actualizado a las 08:00 h.
En 1926 las galerías habían pasado a la historia y con esta rotundidad lo proclama Leoncio Bescansa en el edificio Diente de Oro, la única fachada de la Marina que rompe la manzana acristalada.
La Casa Escariz, inmueble en disputa entre los albaceas de un mecenas y el Ayuntamiento de A Coruña.
En 1921 una cooperativa burguesa promueve en el parque Joaquín Costa un ensanche de vivienda unifamiliar con jardín que da lugar a Ciudad Jardín. En la foto, la excepcional Villa Molina (1928) de Rafael González Villar.
Ópera prima de Antonio Tenreiro y Peregrín Estellés, deudora de los rascacielos de la Escuela de Chicago, el Banco Pastor (1922) vulneró todos los límites normativos en un pulso de la burguesía financiera por representar su poder.
El Campo de Marte, trazado en 1921 por el arquitecto municipal Pedro Mariño, autor del palacio de María Pita, respondió a la demanda de casas baratas para las familias de los trabajadores llegados con el bum económico a la ciudad a través del cooperativismo obrero.
Con el Kiosco Alfonso y el hotel Atlantic, La Terraza de Antonio de Mesa (1920-22) sustituyó al antiguo quiosco de madera, que se trasladó a Sada, y completó el espacio cultural y festivo de los jardines de Méndez Núñez, convertidos en el salón de estar de la ciudad
Eduardo Rodríguez-Losada, uno de los arquitectos más conservadores y demandados de la década, firma en 1926 en San Nicolás 2 el primer edificio de oficinas de A Coruña, reformado años más tarde para albergar viviendas.
1930, la llegada del racionalismo. Santiago Rey Pedreira proyecta la Casa Formoso en sus primeros años en A Coruña, en el estudio de Pedro Mariño. El ornamento desaparece.