La Voz de Galicia

Nadie podrá detener esta fiesta

Al Sol

a. presedo

Tramas burocráticas y exigencias complican cada vez más el trabajo de las comisiones de fiestas. Con todo, la mayorían decide continuar

13 Aug 2019. Actualizado a las 20:17 h.

Impensable un verano sin orquestas, sin bochinches y sin fuegos artificiales en cada una de las localidades. Por turnos, los dos meses de verano se llenan de fiestas repartidas a lo largo de la comunidad gallega. Pero la preparación de estos eventos se ha encarecido con los años y cada vez son más las trabas administrativas a las que se enfrentan las comisiones de fiestas. Muchas han pensado en dejarlo, pero al final siempre consiguen tener todo a punto para el gran día. No sin esfuerzo.

El papeleo administrativo

La principal queja por parte de los organizadores es la cantidad de documentos que tienen que presentar para poder realizar la fiesta de forma legal. «A este paso, en unos años, necesitaremos hacer un ciclo profesional para poder organizar las fiestas y no cometer ningún error en los documentos». Habla Jesús Timiraos, de la comisión de fiestas do Mar do Celeiro (Viveiro). Como todos los organizadores de este tipo de celebraciones, tiene que dedicar el tiempo libre que le queda después de trabajar para llevar a cabo todas los trámites. «Tienes que luchar continuamente con la administración. Te piden que las cosas estén informatizadas, pero luego no les vale que las mandes por correo electrónico», se queja. Por su parte, entiende que haya que cumplir los pasos establecidos, pero pide «comprensión y alguna facilidad. A veces no podemos con todo».

Algo parecido le ocurre a Manuel Vidal, tesorero de la comisión de fiestas de Almeiras (A Coruña). «Te piden tener seguros para absolutamente todo», dice. Esto, además de generar complicaciones a la hora de gestionar el evento, implica un gran desembolso de dinero por parte de la organización. «Para quemar la falla necesitas una póliza específica, y no encontrábamos a nadie que quisiera asegurarnos. El único que dijo que sí nos pedía el doble de dinero de lo que ya pagamos por los propios fuegos», explica. Pone también de ejemplo que para hacer «una simple sardiñada» tuvieron que acreditar «un montón de documentos nuevos porque los que valían de otros años ya no servían para este».

Jose Ángel Campos, Josecho, presidente de la comisión de fiestas de A Laracha, se lanza a ofrecer cifras. «Yo tengo un seguro de 60.000 euros que cubre todo menos los fuegos», dice. Para esto último contrató uno diferente. «Tuve problemas para organizar los artificios. ¡Acabé hablando con el delegado de Gobierno!», señala.

Jacobo Sánchez, de la comisión de fiestas de Cambre (A Coruña) lo tiene claro. «En dos o tres años si continúan con todas estas trabas van a realizarse la mitad de las fiestas». En su caso cuenta con continuar el año que viene, pero advierte que si «por motivos laborales no puedo ser yo el que se haga cargo, dudo mucho que pueda conseguirlo otra persona. Lo tiene verdaderamente complicado».

Comisión de fiestas de CambreANGEL MANSO

A expensas del tiempo. Es necesario desembolsar grandes cantidades de dinero para poder celebrar la fiesta. Del éxito o no de la misma depende que haya una recaudación suficiente para terminar de pagar lo que se haya contratado. «Siempre tienes la incertidumbre de si lloverá el día de la fiesta. Si ocurre, te quedas ‘preñado’ porque no te llega el dinero», sentencia José Luis Cambeiro, presidente de la comisión de fiestas de Louro (Muros). Este año tuvieron suerte y la meteorología les permitió disfrutar de una buena velada. No obstante, «todos los años nos planteamos dejarlo. Pero al final siempre acabas haciéndolo por la satisfacción que supone que salga todo bien», dice.

La recaudación de fondos. «Vivimos de la limosna del pueblo para realizar la fiesta», dice Manuel Vidal. Lo cierto es que cada año la aportación popular es «menor», según señalan diferentes organizadores. «Es algo que cansa mucho porque al final tienes que ir de casa en casa pidiendo aportaciones. Si no, las comisiones se mueren poco a poco», dice Josecho. Reconoce que no se puede establecer una cuota a nadie, «pero esto es un problema. A veces el dinero no llega». El número de integrantes en las comisiones de fiestas también ha sufrido una bajada. «Hace cuatro años éramos 18, ahora somos 6», señalan desde Louro. Es complicado asegurar la continuidad de los festejos cuando son pocos los que quieren hacerse cargo de ellas.

Precisamente por este motivo casi no se realizan las fiestas de A Xunqueira de Cee, que empiezan hoy. «La asociación que se encargaba de organizarla dijo a finales de mayo que no lo haría. Asumimos nosotros la organización. De no haberlo hecho, no habría fiesta este año», comenta Javier Fernández, vicepresidente de la comisión. «Tuvimos que organizar todo en tiempo récord. Empezamos en junio cuando normalmente esto se hace a lo largo del año», añade. Con todo, el esfuerzo valió la pena y la música suena ya en A Xunqueira.

Organizadores de A Xunqueira este 2019JORGE PARRI


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