C. Tangana, el madrileño que reconectó con sus raíces en Vigo
Al Sol
Locura por C. Tangana en Vigo
El artista actuó para 6.500 personas y otras muchas que revoloteaban fuera
24 Aug 2022. Actualizado a las 20:19 h.
Justo al caer la noche en la ría de Vigo empezó a brillar la estrella C. Tangana. Enfundado en un traje azul y con pañuelo al cuello, el artista del momento se enfrentaba a una gran expectación, y cumplió. Apareció en la cita del Xacobeo acompañado de cuarenta personas, entre músicos y bailarines, dispuestas a impresionar al público del muelle de trasatlánticos.
La producción fue de película, con un equipo de cien personas en el montaje. Al principio solo se veía una pasarela y la pantalla, que pasó a proyectar el espectáculo como si se tratase de una cinta propia de los años 60, digna de Cine de Barrio. La lona azul se levantó para mostrar un escenario de mesas con manteles azules y sus invitados sentados alrededor de ellas. Hasta había un camarero que le servía copas de una botella con la etiqueta El Madrileño, en referencia al álbum más vendido del año pasado en España, que lo ha consagrado como una de las estrellas pop en el país.
Unos 6.500 espectadores (entre los que estaban Marta Ortega, presidenta de Inditex, y el líder del PP Núñez Feijoo, entre otros) que habían acudido con pase abarrotaban el recinto. Eso sin contar al gentío que revoloteaba en las inmediaciones de la zona portuaria con la esperanza de escuchar a Puchito —como se hace llamar— entonar alguno de los hits que ya acumula en su corta carrera. Decenas de personas se sentaron detrás de las vallas colocadas entre el centro comercial A Laxe y el paseo de madera para verlo desde la lejanía.
C. Tangana es uno de los pocos artistas patrios, ahora mismo, capaz de generar tal expectación. Fue la tercera cita de El Madrileño en Galicia, pero más especial por tratarse de otra de las ciudades en las que tiene raíces. De aquí es el padre de Antón Álvarez, aficionado desde pequeño al Celta, para el que compondrá el himno del centenario. Y por el club hizo un brindis: «¡Hala Celta!».
Entre trompetas, violines y una nube de humo, arrancó con uno de sus temas anteriores a El Madrileño, Still Rapping. «Todavía rapeando», dijo, a pesar de haber sucumbido al pop. Entre el despliegue de medios, le acompañaban Víctor Martínez a la guitarra, uno de los productores del álbum, Lucía Fernanda —hija de Antonio Carmona (Ketama), también presente—, el referente de la canción latina Jorge Drexler para Nominao y el guitarrista Yeray Cortés, entre otros.
En un rincón iluminado del escenario recrearon su Tiny Desk, un concierto grabado para la radio pública estadounidense. Una mesa de banquete, rodeado de La Húngara o el propio Carmona, en la que, entre temas de C. Tangana y de estos referentes flamencos, recordaron que el valor de El Madrileño radica en la reinvención de la tradición musical española y latina.
Culminó con Un veneno, bolero sobre la fama donde presume de su ambición desmedida y de haber alcanzado el éxito «sin cantar ni afinar». Da igual: C. Tangana se enorgullece de haber dominado el mercado musical sabiendo venderse. «He cambiado la industria de un país entero», entona en Yelo. Quizás es pronto para afirmarlo con tanta rotundidad, pero sí, algo ha pasado.