Entregan a la Policía Local de Burela una esclava de oro y dinero en un sobre y en Viveiro nadie reclama más de mil euros

Las muestras de honradez de algunos ciudadanos de a pie quedan patentes cuando se encuentran con algo valioso en la calle y acuden a entregarlo. Eso hizo el martes de la semana pasada una joven que se encontró una esclava de oro en las inmediaciones del Hospital da Costa. La joya, de bastante valor, por lo gruesa que es, permanece guardada en la caja fuerte de la Policía Local de Burela, a la espera de que su legítimo dueño acuda a reclamarla.

No es el único artículo de valor que han recibido recientemente ya que, según explica el responsable policial burelense, hace algo más de un mes la Guardia Civil también les entregó un sobre con cierta cantidad de dinero (son tres cifras) que alguien había depositado previamente en el cuartel y que había sido localizado en el casco urbano. Por el momento nadie ha reclamado el dinero.

Aparte de estos dos depósitos, el viernes tenían tres móviles «dos bos», de los cuales fue ya reclamado uno ese mismo día por su propietario y un cajón de llaves, tanto de viviendas como de vehículos.

Carteras, bolsos, cámaras de foto, documentación, son artículos que les llegan de vez en cuando. Siguiendo la línea habitual, si hay referencia del propietario , lo localizan para entregarles el objeto. «Cousas raras», cuenta el responsable de la Policía Local, no recuerda haber recibido nunca en las dependencias.

Mientras, sigue sin dueño el sobre con más de mil euros que se custodia en los armarios de seguridad de la Policía Local de Viveiro desde el 4 de junio del año pasado. El inspector principal, Juan Manuel Escudero, explicó que tras el bum de aquellos días, en los que la sede de la Policía Local recibió llamadas hasta de a Coruña, y recibió a algunos hipotéticos propietarios del sobre, nadie ha reclamado el sobre de más de cuatro cifras. Esa fue la única pista aportada desde la jefatura policial, reservando cualquier otro dato como pruebas que debe acreditar el dueño del dinero antes de llevárselo. No es el único sobre con dinero. La Policía Local tiene otro en depósito, aunque este con una cantidad menor.

Junto al dinero, en el área de objetos perdidos de la policía viveirense se guarda un pendiente de perla, «no sabemos si es de las buenas o de las malas», y se amontonan las llaves sueltas o en llaveros, las gafas de sol e incluso graduadas progresivas y las carteras. «Algunas de las carteras nos las traen los operarios del servicio de limpieza que las encuentran tras vaciar las papeleras. Ninguna trae dinero, y se contacta con los dueños si tienen documentos», explica Escudero. Se supone que fueron «afanadas» en su momento por presuntos cacos que después las tiraron a las papeleras de la ciudad. Hay también teléfonos móviles, pero en este caso el responsable policial, no tiene claro «si fue una pérdida o simplemente se deshicieron de ellos, por obsoletos».

La oficina viveirense recibe sin embargo muchas más visitas de personas que aseguran que han perdido un objeto de los que se encuentran y les hacen llegar los vecinos. Escudero cita el caso de una pulsera de oro de grandes dimensiones, y de una cadena perdida en el playa de Covas. Estos días les llegó además lo que parecía un pequeño ordenador de bolsillo, y lo era, pero de los que utilizan los niños, «bastante viejo».