Avelino Díaz, autor del primer poemario escrito en gallego tras la Guerra Civil
A Mariña
Iglesia Alvariño, poeta de la escuela del Seminario de Mondoñedo, escribió el segundo
17 May 2016. Actualizado a las 05:00 h.
Entre los tesoros de A Mariña, que muchos gallegos desconocen, figura uno que, con motivo de la celebración del Día das Letras Galegas, es oportuno recordar: los dos primeros libros de poesía en gallego, publicados tras la Guerra Civil, son de la autoría de dos escritores mariñanos.
El primero es «Debezos», de Avelino Díaz, emigrante de Riotorto (Órrea 1897-Buenos Aires 1971). Y el segundo, «Cómaros verdes», de Aquilino Iglesia Alvariño, poeta de la escuela del Seminario de Mondoñedo (Abadín, 1909-Compostela 1961).
«Debezos» se terminó de imprimir el 4 de julio de 1947 en la imprenta José Rosenbaum, General Urquiza 42, Buenos Aires y «Cómaros verdes» en Vilagarcía de Arousa, en la imprenta Celta, , según constata la contraportada de ambos libros. Así que, por veinte días, el libro de Avelino es el primer poemario en gallego publicado tras el levantamiento de Franco contra el gobierno legítimo de la República y la implantación de la cruel Dictadura.
Hijo ilegítimo
Debezos se compone de 63 poemas que revelan el compromiso de Díaz con Galicia, muestran su personalidad sencilla, generosa y amante de la libertad, y evocan, con morriña de emigrante, su tierra de Órrea, Riotorto, Meira... El libro _y toda la obra de Avelino_ no trascendió como merece por la humildad innata del poeta y, sobre todo, porque no volvió a pisar tierra gallega tras marchar en 1920.
Avelino era hijo de madre soltera. Su paternidad se atribuye a Manuel Mª García Castro, hombre culto y hacendado, colaborador de El Agricultor de Riotorto. A los dos días de nacer, fue inscrito en el Registro como . Su madre, Antonia Díaz, trabajaba como criada en casa de García Castro y fue despedida al quedar embarazada con 22 años...
Maestro de ferrado
El poeta vivió en Orrea hasta los 10 años cuando su madre lo reconoció como hijo suyo y ambos se trasladaron a vivir a Meira. Dos años despues emigró, aún niño, con un pariente, a Buenos Aires. Regresó seis años despues y se ocupó como , maestro sin titulación al que pagaban en especies (trigo, centeno, maíz...) tres aldeas. En ese tiempo tambien acudía a las siegas de Castilla.
No le fue bien y en 1920, con 22 años, emigra a Cuba. Pero eran malos tiempos por la caída del precio del azúcar y la quiebra de bancos y empresas y marcha a Buenos Aires donde se emplea como administrativo en La Martona, una de las firmas lácteas relevantes del país.
Desde entonces, nunca volvió a Galicia. Se casó con la navarra Felisa Idurriaga y tuvo cuatro hijos: Avelino, Armando, Alfredo y Alberto. Murió a los 73 años, ciego y con Alzheimer, y fue enterrado en la Chacarita, en el Panteón del Centro Gallego, al lado de Castelao y Suárez Picallo, dos personajes a quién admiraba profundamente.