PSOE y no adscritos aprueban en un pleno bronco el presupuesto viveirense
A Mariña
Son Viveiro plantó una sesión con tensos enfrentamientos entre socialistas y populares
21 Jul 2017. Actualizado a las 05:00 h.
«Quero pedir templanza, non conseguimos nada sobrepasando os límites como neste pleno». Esa llamada del no adscrito Bernardo Fraga, que la alcaldesa socialista María Loureiro dijo compartir, da idea de la tensión que se vivió ayer en el pleno en el que se aprobó el presupuesto de Viveiro para este año, con los votos de los grupos que lideran esos ediles y el rechazo del PP. En la sesión más bronca que se recuerda en mucho tiempo, el concejal de Son Viveiro presentó su renuncia al tiempo que dejaba su escaño para sentarse entre el público, poco antes de acabar marchando del salón de plenos.
Después de criticar el presupuesto, visiblemente enojado, el concejal Marcos Besada explicó su plante como protesta a lo que considera un «pleno pantomima» porque, en su opinión, «non merece a pena» la labor de Son Viveiro ya que el gobierno local no tiene en cuenta a ese grupo. Su inesperada dimisión y su abandono del pleno recibieron reproches de Loureiro, Fraga y del edil de Hacienda por el PSOE, Jesús Fernández.
Otro de los follones de la sesión de ayer lo coprotagonizaron Loureiro y el popular Jaime de Olano, con intervenciones del también popular Antonio Bouza y del socialista Fernández Cal. Alzando la voz, Loureiro y De Olano mantuvieron un tenso enfrentamiento dialéctico porque la alcaldesa censuró a Bouza «falta de respeto» porque mientras ella le hablaba él intercambiaba algún comentario con De Olano. Este último se enojó y reclamó «la misma vara de medir».
A esos tensos rifirrafes dialécticos se sumaron otros, con acusaciones de distinto cariz, sobre todo entre Loureiro y Bouza, aunque también entre ese popular y Jesús Fernández. En algún momento de las broncas metieron baza la socialista Lara Fernández y la popular Cristina Goás.
A pesar de esos incidentes, los cuatro grupos políticos también hablaron del presupuesto. Suma 13,78 millones de euros y se aprobó, como ya habían anunciado, porque el gobierno socialista pactó con los tres concejales no adscritos. Obviamente, la regidora Loureiro, el concejal de Hacienda Fernández y el portavoz de los no adscritos Fraga defendieron el proyecto económico. El popular Bouza lo criticó, por el fondo, por el contenido, porque llega con retraso y, también, porque el ejecutivo socialista no ha tenido en cuenta ninguna de sus propuestas y ni siquiera les ha hado opción de negociar. Antes de irse, el edil de Son Viveiro también censuró al gobierno local por no contar con su grupo y por no escucharlos. «Debe ser bo este acordo, porque moita controversia xenera», ironizó en algún momento Fraga.