Vestas se niega a posponer el cierre de su fábrica en Viveiro y comunicará los despidos desde este miércoles
A Mariña
La multinacional danesa de los eólicos no da margen: acabará la actividad el 31 de este mes
13 Dec 2021. Actualizado a las 18:45 h.
Vestas cerró ayer la puerta a una prórroga de la producción de elementos para parques eólicos en la fábrica de Chavín, que cerrará el 31 de diciembre de 2021. La multinacional danesa comunicará desde este miércoles los despidos, según expuso al comité de empresa en una reunión celebrada este lunes. En esta tesitura, los sindicatos solicitaron a la Xunta de Galicia la convocatoria de urgencia de la mesa industrial por el futuro de la planta.
Dirección y centrales sindicales se reunieron para abordar la petición de la representación de los trabajadores, que solicitaba prorrogar la producción en Chavín, toda vez que tres fondos de inversión se han interesado por comprar la planta con la condición de que esté en funcionamiento. La respuesta de Vestas fue negativa.
Inversores, solo produciendo
«Eles insisten en que non producirán máis e en que a fábrica só vai cambiar de actividade e non deixará de funcionar, posto que se converterá nun centro de mantemento de eólicos en parques e de actividades de formación», explica el presidente del comité, David Mariño, que matiza que «os fondos de investimento interesados queren comprar non as instalacións senón a unidade produtiva en funcionamento, tendo un plan produtivo para un tempo, sexa un ano ou dous». De este modo, la multinacional danesa se niega a una venta en los términos solicitados, alegando que contactó con los posibles compradores sin tener respuesta.
«A Vestas non lle interesan este tipo de clientes. Non vai asumir ter que agregar unha produción dentro da venta. Eles alegan que venderían a planta a competidores, que non lles importaría facelo, pero queren pechar si ou si. Iso suporía contradecir o seu propio ERE», expone Mariño, que precisó que se firmó un acta del encuentro.
El sindicalista concretó que Vestas anunció en la reunión que comunicará los despidos a partir de mañana, previsiblemente todos en los dos próximos días. De acuerdo con la previsión inicial de la multinacional, el ERE afectará a 91 trabajadores, mientras que desde el 1 de enero 24 operarios serán recolocados en las mencionadas tareas de mantenimiento y formación.
«Vai ser unha entrega en man, nós recomendamos asinar ‘non conforme'. Non terá máis percorrido», señala Mariño. El despido colectivo fue impugnado por los sindicatos -UGT, CIG y CC OO-, que apreciaron «mala fe» de la multinacional durante el período de consultas del ERE, en el que la firma fue advertida hasta en tres ocasiones por la Autoridad Laboral.
El personal duda de la empresa
Vestas tiene un compromiso por escrito -dentro del ERE presentado- para buscar compradores hasta 2023, pero el comité duda de sus intenciones. «Se temos que aferrarnos a iso aferrarémonos, pero que se negue a vender aos fondos de investimento que propuxo a Xunta dá unha pista de por onde van os tiros», señaló Mariño, que no obstante lamentó que «non sabemos absolutamente nada nin do nome das empresas interesadas nin tampouco sobre cifras ou ofertas». Tanto la Xunta como la multinacional se acogen a una obligada confidencialidad para no aportar más información.
Así las cosas, el comité solicitó ayer por escrito a la Xunta, a poco más de dos semanas de que sea efectivo el despido colectivo, que convoque la mesa industrial con la presencia del Ejecutivo gallego y del Ministerio de Industria, sindicatos y empresa. «É o momento de ver que se pode facer xa que Vestas pechou a porta a este tipo de venda», indica.
En cuanto a movilizaciones, Mariño avanza que «temos que darlles unha volta, aínda que pensamos que teñen que ir ligadas a facer presión nos centros de reunión, paralelamente á mesa».