«¿Pero en qué condiciones quedamos en estos pisos de la Sareb en Burela?»

La Xunta, a través del Instituto Galego de Vivenda e Solo, IGVS, alcanzó un acuerdo con la Sareb para prorrogar los contratos a las familias que viven en el edificio número 6 de la calle Mar Cantábrico de Burela. Este edificio es propiedad de la Sareb y había advertido a las familias que no les prorrogaría los contratos de alquiler para vender los pisos.

Un acuerdo que llega quizá demasiado tarde, pues muchas familias —ante estas advertencias de la Sareb— habían optado ya por abandonar sus pisos. Tres inquilinos más tienen previsto marchar en febrero, de modo que solo quedarían en el inmueble dos o tres inquilinos.

«Lo más importante no es ya que estén dispuestos a prorrogar los contratos —explicaba a La Voz uno de los inquilinos que aún queda en el edificio—, sino que nos expliquen en qué condiciones quedaríamos: eso es lo más importante. Porque ahora mismo, vivir aquí, en esta situación, sin nadie que se haga cargo de nada si surge alguna incidencia, es insostenible». En principio, de manera oficial, nadie les comunicó nada ni les explicaron en qué condiciones quedarían, dice.

«Cuando la Sareb se hizo con la propiedad del edificio -antes era de O Catalán-, nos dijeron que iba a ser igual todo, y no fue así. Nada fue igual. De hecho, fíjese, llevamos 9 meses sin que nadie haga la limpieza de las zonas comunes. Nadie se ocupa de esas cosas importantes del día a día y vivir así es muy difícil», apunta este inquilino.

«No me fío ya de esa gente. Somos familias las que vivimos aquí, no somos árboles plantados y aquí nos dejan, oiga. No. ¿A qué espero? No sé, en principio nosotros, unas tres familias, tenemos previsto marcharnos en febrero. Nadie nos explicó por el momento si va a cambiar algo, me temo que no. Porque si tengo una incidencia en el edificio, como de hecho pasó en estos años, y nadie la arregla, de qué sirve que nos prorroguen los contratos si no se puede vivir».

Los verdaderos problemas para estos inquilinos se presentan en el día a día. No tienen quién resuelva cualquier incidencia.

«Fíjese, no hay limpieza de los espacios comunes desde hace 9 meses, como le he dicho, ¿y el mantenimiento del ascensor? Creo que acaba en junio de este año. ¿Y después? El suministro de agua caliente tiene pequeñas fugas, nadie lo repara. Si se presenta cualquier incidencia o avería en casa, hay que dirigirse a un correo electrónico de la Sareb, ¿y sabe qué pasa entonces? Me sucedió a mí, sale un señor desde Valladolid 21 días después de enviar el correo electrónico y me pregunta de qué se trata la avería. Una fuga de agua, fíjese. Que estamos en Burela, no en Valladolid. ¿En esas condiciones vamos a seguir? Que nos lo expliquen, me temo que sí», relataba un escéptico vecino que, en principio, piensa marchar.

Hay dudas y escepticismo entre las familias del edificio.