Final oficial de la pandemia por el covid
A Mariña
09 May 2023. Actualizado a las 13:15 h.
La OMS ha señalado que terminó el estado de alerta sanitaria que declaró en los estertores del invierno de 2019. Ahora podremos disponer del derecho a la información científica. Aunque los primeros brotes de datos epidemiológicos se mueven en cifras muy poco convincentes. Entre unos siete millones y veinte de muertes por la pandemia.
Voy a ser prudente. Espero disponer de un estudio a través de la revista LANCET. No es mi intención de viejo profesor asociado de la Universidad Pública Vasca en la disciplina de Salud Pública, el pontificar sobre origen del virus causal o del número total de muertos, enfermos, secuelas crónicas y daños multidisciplinares. Pero sí quiero poner título. Nuestra civilización occidental se comportó como un gigante con los pies de barro.
Quiero compartir con mi ex compañero de OSAKIDETZA, Rafael Bengo, que premiado en la Gala 50 aniversario de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria dijo: «Nunca ha habido tanta desconexión entre los políticos y los profesionales sanitarios». Se refería tanto a la forma de abordar la cadena epidemiológica del covid-19 como a las secuelas que se están viviendo especialmente en atención primaria, que necesita urgentemente ser reforzada ya que debemos tener en cuenta como tal eslabón ha sido y será la puerta de entrada al Servicio Nacional de Salud, de tal manera que si ya estaba forzada, con las demandas de la pandemia los problemas estructurales se han acrecentado.
Debemos prepararnos para nuevas pandemias. Debemos mejorar dotándolo de más recursos humanos, investigación y formación continuada en las plantillas y es que falta un Plan de Recursos Humanos, una mejora para las condiciones del trabajo en los equipos de salud más allá de esas consultas telefónicas, así como reforzar el concepto de público para el sistema de asistencia con una visión de al menos 10 años en adelante.
Pero resultan indispensables dos enseñanzas. Reconocer por análisis científico los errores cometidos en la pandemia. Poner de una vez por todas una línea divisoria entre el espacio de la política y el espacio de la sociedad civil, en este caso dejando y consultando con los expertos en salud.
Por fin tener muy en cuenta que la inversión en el espacio socio sanitario es garantía de salud, eficiencia en el gasto -evitando secuelas irreparables- y riqueza por ser nicho de empleo con calidad.
Muchas veces no se quiere admitir que en una comarca de España la mejor empresa es el hospital con su red de centros de salud.
* Pablo Mosquera, médico. Ex director gerente del Hospital de Burela.