La Voz de Galicia

«Masajes con sonidos» en A Mariña que te llevan al Tíbet o al Amazonas, de lo más original y relajante

A Mariña

y. garcia viveiro/la voz

Hugo Eiroá imparte sesiones en su centro, Om Integral de Viveiro, pero también al aire libre en playas de la costa este verano recurriendo a más de una decena de instrumentos étnicos y de otros países

12 Jul 2023. Actualizado a las 05:00 h.

Hugo Eiroá Dayán, profesor de yoga tibetano en A Mariña, describe uno a uno desde su sala Om Centro Integral en Viveiro varios instrumentos que utiliza para realizar «masajes con sonido». Si con la palabra masaje se nos puede venir a la cabeza otro tipo de experiencia, en este caso lo que entra en acción es la sonoterapia, que puede servir para múltiples propósitos, empezando por el de sumirte en un estado de profunda relajación. Ese, al menos, es uno de los objetivos principales en estas sesiones.

«Este tipo de sons axudan moito a relaxarse e, se por exemplo se poñen os cuencos tibetanos encima do corpo, fan un efecto masaxe»

Para ello, cuenta con una amplia variedad de instrumentos que, con tan solo escucharlos, nos transportan en un «viaje» al Tíbet o a la Amazonia. Son sonidos étnicos. O, si cerramos los ojos, pueden llevarnos a imaginar el mar a nuestro lado, disfrutar del «canto» de un pájaro o creer que está lloviendo pero sin mojarnos. La experiencia es singular. Son instrumentos como el steel drum (pronto incorporará a la ‘familia' otro similar como es el handpan), la flauta nativo-americana «en escala pentatónica», el shruti box «cun son que está entre o acordeón e a zanfona», el tambor oceánico «que parece que estás no medio do mar e imita o son tanto dunha oleaxe pequena como dunha tormenta», el arpa, el koshi bell que «é un dos sons máis místicos», las tingshas estilo campanas «que se percuten unhas contra outras», cuencos tibetanos de diferentes diámetros «estando os auténticos artesáns no Nepal» (también existen cuencos de cuarzo o de cristal), el shaker de semillas que parece un sonajero «ao que se lle dá a cadencia que se queira», silbatos de imitación del canto de aves, el palo de lluvia o el gong feng, una especie de gong. Eiroá Dayán complementa la creación de estos «paisaxes sonoros» con su guitarra y su voz en ocasiones.

«Somos auga, polo que esa vibración chega de forma profunda a nivel físico e mental»

En las sesiones da una serie de indicaciones sobre la gestión personal de cuerpo y mente porque «ten que haber unha capacidade propia de estar predisposto á relaxación», dice. La clave está en dejarse llevar por las sensaciones que puede producir cada sonido. «Axudan moito a relaxarse. Automaticamente fan que o corpo ‘desconecte' e se relaxe. E se os cuencos tibetanos, por exemplo, se poñen encima do corpo fan un efecto masaxe, liberador, cunha sensación de espazo que non ten que ver cun tradicional. Somos auga, polo que esa vibración chega de forma profunda a nivel físico e mental», enfatiza. No descarta celebrar un taller tipo concierto o «baño sonoro» abierto a más público en su centro.

HUGO EIROÁ DAYÁN

Sí que alguna sesión personalizada la ha trasladado a entornos al aire libre, como la playa de San Román, en O Vicedo: «Foi unha experiencia catársica. Moi boa. O son do mar e dos paxaros incorpórase ao dos instrumentos».

Los instrumentos que utiliza en sus sesiones


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