Treinta guardias de Tráfico velan este verano por 100.000 conductores en las carreteras de A Mariña

La treintena de agentes de la Guardia Civil de Tráfico que operan desde el destacamento de Burela velan este verano por la seguridad de alrededor de 100.000 conductores. La avalancha de turistas que se registra durante los meses de julio y agosto duplica prácticamente el volumen de tráfico que mueven las carreteras de A Mariña el resto del año; y que fuentes oficiales cifran en unos 53.000 conductores y 64.000 vehículos. Poblaciones como Foz, Barreiros, Ribadeo o Viveiro aumentan considerablemente su población durante los meses de estío, lo que también afecta a la circulación. Con todo, distintas fuentes señalan que, pese a este aumento de tráfico, los vehículos transitan con fluidez salvo en jornadas puntuales, cuando se celebran fiestas, por ejemplo, o en puntos concretos que concentran cantidad de visitantes algunos días, como la playa de As Catedrais, en Ribadeo, o O Fuciño do Porco, en O Vicedo. En esos instantes el tiempo de pase puede ralentizarse o duplicarse, pero en ningún caso hay colapsos, según apuntan las mismas fuentes.

El mayor volumen de tráfico se registra en el tramo de la N-642 entre Foz y Burela, que pasa de soportar unos 10.000 vehículos en invierno a unos 13.000 en verano. En la A-8, en la zona de Ribadeo, en este momento se superan los 10.000 diarios, mientras que en Viveiro la intensidad media diaria ronda los 7.000, según datos que manejan en Tráfico.

Los guardias civiles del destacamento burelense trabajan estos meses estivales con una distribución similar a la del resto del tiempo. Así, se reparten en un equipo de atestados que investiga y reconstruye accidentes o indaga hechos delictivos; uno de cinemómetros (radares) y otro de motoristas, cuyo cometido está enfocado a la seguridad vial y a la prevención. También a la escolta, entre otros, de vehículos especiales.