Por qué se recomienda no consumir el agua de la traída de Foz
A Mariña
Los elevados niveles de trihalometanos se generan puntualmente por el uso del cloro como desinfectante y reducirlos no es fácil ni rápido
04 Aug 2023. Actualizado a las 14:11 h.
El Concello de Foz recomienda no consumir ni usar para cocinar el agua de traída pública, eventualmente, en tanto no se reduzcan los niveles de trihalometanos (THM) detectados en los análisis. La medida se adoptó para ajustarse a la legislación vigente, pero se trata de una recomendación, no de una prohibición, porque el riesgo de impacto en la salud es mínimo. Según se indica en un informe de los Serveis de Vigilància Ambiental, Qualitat i Intervenció Ambiental del Consorcio Sanitario de Barcelona, los estudios epidemiológicos asocian determinadas exposiciones a THM y en general la exposición a subproductos de la desinfección del agua con efectos sobre la salud como el cáncer de vejiga y determinados defectos de nacimiento en recién nacidos de madres expuestas. Y se añade: «Los estudios sobre el cáncer de vejiga encuentran un incremento del riesgo debido a largas exposiciones a los THM (más de 30 años) a pesar de que los resultados no son siempre significativos. La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) clasifica el cloroformo y el bromodiclorometano como posibles carcinógenos para los humanos en ciertas condiciones de exposición. Esto quiere decir, a pesar de que existen indicios de su carcinogeidad en animales experimentales, que la evidencia es limitada en humanos. El bromoformo y el dibromoclorometano no se han clasificado como cancerígenos».
Los trihalometanos forman parte del conjunto de compuestos que se forman en el proceso de desinfección del agua, cuando se emplea el cloro como desinfectante, debido a su reacción con la materia orgánica presente en el agua. Los THM que se encuentran en el agua de consumo humano son el cloroformo, el bromodiclorometano (BDCM), el dibromoclorometano DBCM) y el bromoformo. El cloro es el desinfectante más utilizado en España. Su uso contribuyó a reducir de forma drástica las enfermedades bacterianas, virales y parasitarias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece unos valores guía recomendados (VG) como concentraciones máximas individuales de cada uno de los THM en el agua de consumo humano. El Real Decreto 1400/2003 y la normativa europea de criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano fijan una concentración máxima permitida de THM totales (suma de cloroformo, bromodicloroometano, dibromoclorometano y bromoformo) de 100 µg/l. Este es el que se ha superado en el caso del agua de la traída de Foz.
En el informe del Consorcio Sanitario de Barcelona se indica también que «la reducción de los niveles de THM no es fácil puesto que no se puede comprometer la seguridad microbiológica del agua mediante la cloración».