Sabiduría y sabor marineros en Rinlo: interesante y exitosa visita guiada por las cetáreas antiguas
A Mariña
La guia Ana Pena y a mariscadora Victoria Amor enseñaron a los visitantes con la historia y la experiencia personal cómo era el oficio
17 Sep 2023. Actualizado a las 13:27 h.
El verano no quiere irse de A Mariña. Lógico, con tanto encanto natural alrededor. Y tantas experiencias que aún dan mucho de si en pleno mes de septiembre, cuyo ecuador sigue brindando opciones de turismo muy apetecibles, en todos los sentidos. Porque cultivan el alma y el paladar. Una combinación así tenía que ser garantía de éxito, como lo fue este sábado la visita guiada de SetembroXNatural del Concello de Ribadeo «Cetarias de Rinlo. A despensa do mar», con dos mujeres de protagonistas como fueron la guía turística Ana Pena Rouco (Guía Tu Día) y la mariscadora local Victoria Amor Fernández.
Ambas llevaron a los inscritos (las 40 plazas disponibles se cubrieron en su totalidad, con lista de espera a mayores) a un viaje en el tiempo pues la primera habló de la historia de una actividad gracias a la cuál Rinlo contó con tres cetáreas naturales «e a máis antiga, de 1904, foi a primeira desta zona que se creou e a nivel de Galicia creo que a terceira». «Supuxo un gran avance que se poidese almacenar o marisco vivo todo o ano, comezando a implementarse o seu consumo a partir do século XIX, porque antes o marisco tirábase nas leiras para aboar a horta», contó. A los visitantes, de A Mariña pero también de Valencia, Asturias o Burgos les animó a identificar especies. Al ver el bogavante a muchos se les hacía la boca agua pensando en el arroz caldoso. Más tarde tendrían ocasión de probar esas delicias del mar de la mano de Antonio Botana (Casa Ramonita y Grupo Nove) en una degustación que se acompañó de la música del grupo folk Abril.
También la mariscadora Victoria Amor Fernández, de 70 años, les habló de las luces y las sombras del oficio que desempeñó «ata os 65 anos e 6 meses»: «Faleilles da miña vida, que foi dura co percebe. Antes xa empezara de redeira indo coser ás redes en bici a Ribadeo con 15 anos, ata que con 20 fixen o cursillo para o permiso de marisqueo. Aquilo gustoume, e seguín. Botei 26 anos mariscando». En su trayectoria no faltaron episodios amargos, cuenta: «Unha vez tirouna o mar unha compañeira e collina polos pelos pero doutra vez outra, Toña, afogárase aquí». A Victoria le hicieron muchas preguntas los que participaron en esta ruta, también bajo el título «Froitos do mar», con ganas de saber por qué esas cetáreas están abandonadas y comentando que es «una pena» que no tengan algún futuro. «Ainda nos atopamos cuns bañistas na terceira cetárea, a última, que chegou a ser a máis grande e moderna e a que máis anos estivo en funcionamento», señaló Ana Pena.