Alcoa San Cibrao conecta las dos primeras cubas a la red eléctrica para su rearranque con un equipo de especialistas de Canadá

Un equipo de especialistas de Canadá está participando desde este lunes en la reactivación de las primeras cubas en el departamento de Electrólisis de la planta de Aluminio en Alcoa San Cibrao. Los expertos canadienses asesorarán a los cubistas de la fábrica en el proceso de rearranque de las cubas ya que nunca antes se había experimentado este proceso de hibernación de las cubas en la planta.

Esta tarde entrarán en calefacción dos cubas. Se enchufarán a la Red Eléctrica Española para irlas calentando de cara al rearranque, que será dentro de siete días. El proceso se pospuso por la intención inicial de Alcoa de aplazarlo. 

Alcoa había propuesto inicialmente la reactivación de las cubas en tanto la situación no mejorase y había pedido la conformidad del comité. Los representantes de los trabajadores entienden que esta propuesta no se ajustaba al acuerdo de viabilidad, que recoge la reactivación de las cubas a primeros de este 2024. En abril tendrán que estar reactivadas las primeras cubas, 32 de las más de 500. Alcoa cambió de postura y anunció a finales de la semana pasada que reactivará las cubas este lunes pero avisando que así agotará antes los fondos para San Cibrao, a mediados de año se acabarán.

El comité insiste en que lo importante es el plan de viabilidad para la fábrica, resaltaba esta mañana el presidente del comité, José Antonio Zan. «Saber el plan de Alcoa», señalaba a los medios. El comité pide a las Administraciones que estén vigilantes. Recuerdan desde el comité que el retraso en la preparación del rearranque de las cubas puede poner en peligro el compromiso de que las 32 estén en marcha el 31 de marzo. «Esperamos que hasta esa fecha no falle nada, pero hay muchos sistemas que no se han comprobado y no sabemos cómo van a funcionar», señalan. 

Iniciar el arranque de las cubas supondrá cumplir el primer hito, en lo relativo al ámbito de actividad de la planta. Completar todo el proceso, según la multinacional, tendría un coste de unos 37 millones de dólares. Pero aunque ya se han ejecutado algunas de las inversiones comprometidas —el nuevo transformador, las barras de compensación de campo magnético que servirán ya para arrancar las cubas— queda mucho por hacer. El horno de homogeneizado y las mesas de colada de tocho Wagstaff están en proceso, y las sombras se ciernen sobre la obra más importante, el horno de cocción.