La Voz de Galicia

El tatuador barcelonés Ordi Irezumi elige A Mariña para potenciar el diseño del japonés clásico desde Viveiro Tattoo Estudio

A Mariña

y. garcia viveiro / la voz

Da importancia al «vínculo» entre la persona que quiere tatuarse y el profesional

08 Feb 2024. Actualizado a las 18:56 h.

Una de las razones de peso por las que el tatuador barcelonés Ordi Irezumi (en Instagram @orditattoo), nombre artístico de Jordi Más, ha decidido cambiar su residencia en la ciudad condal por la del Landro ha sido la de que su pareja es de Viveiro. También gracias a ese vínculo conocía ya la comarca, aunque en periodo de vacaciones o en calidad de invitado en Viveiro Tattoo, con el que empezó la actual relación profesional. «Fue un proceso como muy natural», indica. Ahora ya, una vez asentado quí, confiesa que «es todo lo opuesto a lo que estaba acostumbrado a ver cuando estaba en Barcelona y cuando viajo. Es lo que busco, lo opuesto. Me vine a nivel vital, por estar más tranquilo y tener una calidad de vida mejor y poder tener más tiempo para estar con mi pareja. A nivel de trabajo, allá el mundo del tatuaje está como muy explotado pues casi todo el mundo en España decide irse o a Barcelona o a Madrid, o a alguna otra ciudad grande mientras que pueblos como Viveiro se quedan vacíos, aunque en verano haya mucho turismo en ellos». «Cuando vine en agosto era todo diferente a cuando vine en octubre. Eso sí, nunca vine coincidiendo con el Resu... No he visto Viveiro en su máximo esplendor aún», añade. Ya está haciendo planes para conocer la costa lucense de cabo a rabo: «Como me encanta la naturaleza, estar aquí me motiva mucho e iré a la montaña y al mar».

PEPA LOSADA

En su vertiente artística, en la que es la piel la que se plantea como un lienzo en blanco, llega para potenciar en particular su línea de diseño, que bebe del japonés clásico, cuya esencia describe así: «Se sigue un estilo muy marcado en los grabados japoneses antiguos (ukiyo-e) y se basa en tradiciones japonesas, e influencia de las mafias como la Yakuza, que es de donde salió el tatuaje japonés». «La oriental es una cultura en general que desde aquí no se ha investigado mucho en el pasado, pero es muy interesante», comenta Ordi Irezumi. Tuvo ocasión de viajar durante un mes el año pasado por la tierra del sol naciente que le cambió, asegura, «la mentalidad a la hora de trabajar el mundo del tattoo y muchas cosas en mi vida». Rico & Shion es una pareja que vive en Japón y a la que admira como tatuadora, señala. También menciona, por cómo le «cambió el chip», el profesional que tatuó todo su cuerpo, el barcelonés Pera Vidal: «Es un proceso muy largo y aprendí mucho con él. En el japonés es importante tener alguien que sepa y enseñe».

El tatuaje japonés que realiza Marco Paraños en Viveiro Tattoo, señala el mismo, tiende al estilo americano, mientras que Ordi Irezumi llega para potenciar el clásico en una comarca donde no parece estilarse tanto, por ello quiere ofrecer ese punto diferenciador. «Creo que no hay una masa muy grande de tatuadores del estilo japonés clásico en Galicia», enfatiza el nuevo tatuador en la comarca mariñana. Este viernes, sin ir más lejos, recibirá ya uno de los primeros clientes, expresamente desplazado desde Ourense a Viveiro: «Empezamos la primera espalda clásica japonesa. Serán unas 50 horas. Depende del tamaño de la espalda de la persona y de la complejidad del dibujo, así puede bajar a 40 o subir a 55 horas. Es imposible hacerlas seguidas y cada día tienen que ser una 3 ó 4 horas como mucho, por sesiones». Este miércoles por la tarde, precisamente, tatuó un dragón en una pierna, coincidiendo en el año dedicado al mismo, este 2024, en China y en Japón. Es, por cierto, uno de sus tatuajes favoritos, junto con las máscaras tradicionales, con la hannya que es la más famosa: «Es muy difícil aprenderse toda la historia y simbología. Hasta que no fui a Japón me costó entender muchas cosas. Y aún así, hay muchas que no conozco».

«Creo que no hay una masa muy grande de tatuadores del estilo japonés clásico en Galicia»

Con respecto a su trayectoria anterior, señala que en Barcelona trabajó durante seis años en Black Rose desarrollando el estilo, tras haber pasado antes por el estudio Saudade Tattoo, de los italianos Stefano y Chiara «que fueron los que realmente me enseñaron la técnica», dice. En el último lustro no perdió la oportunidad de viajar, con lo que enriquece traspasar fronteras y «salir de la zona de confort», subraya: «He estado en muchas ciudades de España, casi todas del norte, pero también a Reino Unido y Escocia he ido bastante, Italia, Suiza muchas veces, Suecia, Noruega, Dinamarca, Alemania, Holanda, Bélgica...». Geográficamente, percibe diferencias a la hora de entender el tatuaje: «En algunas zonas hay escuela propia. Quiere decir que la tradición en esos lugares ha sido muy potente o ha empezado por ahí, y se mantiene, como por ejemplo Reino Unido». «Al viajar se hacen muchos contactos y se aprenden estilos y técnicas, además de idiomas, que es importante. Suelo ir a lugares de tatuajes que admiro», señala.

«Al viajar se hacen muchos contactos y se aprenden estilos y técnicas»

Las razones por las que una persona decide tatuarse pueden ser muy variopintas, desde circunstancias íntimas a una motivación puramente estético. «Yo lo tomo más como algo artístico aunque tiene también un punto emocional. En mi caso lo veo más como un vínculo con la persona que te tatúa y, si te gusta el japonés, lo estás creando con el mismo. Para mí es como coleccionar una pieza artística en tu cuerpo de un artista. En el tatuaje japonés también hay motivos que tienen un significado. Por ejemplo, los bomberos japoneses antiguamente ya iban tatuados con un dragón», finaliza Ordi Irezumi, quien estará representando al estudio viveirense en la convención de Viveiro Tattoo en marzo y quien, además de tatuajes, realiza obras pictóricas que también vende.

 

 


Comentar