La Voz de Galicia

«Las tradiciones, como la Semana Santa, son importantes para la salud mental»

A Mariña

lucía rey viveiro / la voz
El psiquiatra Celso Arango López no ha dejado de venir a Viveiro, de donde es su madre, desde que nació

El jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón, Celso Arango López, cuya madre es de Viveiro, ofrecerá este sábado el pregón de la Semana Santa de Viveiro

22 Mar 2024. Actualizado a las 14:54 h.

Poca gente sabe que el jefe del Servicio de Psiquiatría y director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, Celso Arango López (Palma de Mallorca, 1968), es hijo de una viveirense. «Mi madre es de Viveiro, yo fui por primera vez cuando tenía mes y medio, y no he dejado de ir desde entonces. Tengo 55 años y llevo toda la vida pasando allí el verano y festividades como la Semana Santa», resalta un profesional que es además catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense, o académico de la Real Academia de Medicina de España y miembro de la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos. Este sábado (Teatro Pastor Díaz, 20.30 horas) ofrecerá el pregón de una Semana Santa declarada de Interés Turístico Internacional.

—¿Viene a Viveiro con frecuencia?

—Además de la casa de mi madre, tenemos una casa familiar en la que toda la familia pasa el mes de agosto y la Semana Santa, que para nosotros es una fecha muy importante. De hecho, mi mujer y mi hija mayor son cofrades en una de las cofradías. Con Viveiro me une un lazo muy particular, con recuerdos de infancia y de juventud, y se ha convertido en el pueblo de mi mujer y de mis hijos. Es un sitio de referencia donde tenemos importantes lazos con muchísimas personas vinculadas y no vinculadas ya a mi madre, y a la familia de mi padre, que en parte lleva casi cien años veraneando en Viveiro.

—¿Cómo surgió la posibilidad de dar este año el pregón?

—La invitación me la hizo José Veiga, presidente de la Xunta de Cofradías, a quien estoy muy agradecido.

—¿Podría adelantar alguna idea de lo que va a resaltar?

—Las tradiciones culturales y religiosas son importantes porque no dejan de ser el ADN de todo ese legado que pasa de padres a hijos durante generaciones y ayuda a generar sentimientos de pertenencia, sentimientos de estabilidad y de cohesión entre familias y entre amigos que tienen un objetivo común y se sienten parte de una misión similar. De hecho, en el pregón voy a hablar de la importancia que tienen las tradiciones desde el punto de vista religioso y cultural para la salud mental de las personas.

«En Viveiro, debido a la lluvia, que las procesiones acaben saliendo tiene un factor de suerte y de incertidumbre grande, y eso la hace especial. Ver a la gente preparándose hasta el último momento incluso a sabiendas de que es posible que no salga la hace única», Celso Arango López, pregonero Semana Santa Viveiro 2024

—¿Podría detallar un poco más?

—El poder tener un legado cultural, religioso y tradicional que va pasando de generación en generación genera estabilidad y bienestar emocional, y sentimientos positivos para la persona. Tradiciones como la Semana Santa permiten cumplir requisitos clave para el bienestar de la persona, como el sentido de ser, el sentido de pertenencia, el sentido de creer y de benevolencia. Las tradiciones culturales-sociales tienen un impacto significativo en la salud mental de las personas.

—¿Qué tiene de particular la Semana Santa de Viveiro?

—Cualquiera que haya estado en ella la reconoce como algo muy sentido para las personas de las cofradías, pero también para el resto de la ciudad, que está orgullosa de tener una Semana Santa que es bandera de Galicia. Hablaré también del sentido de conexión entre cofradías y de la identidad cultural que genera ese sentido de cohesión, de orgullo, de resiliencia, de apoyo social e incluso de reducción del estrés al tener un objetivo por el que trabajar todo el año y que luego se pueda materializar durante la Semana Santa, en la que las personas trabajan de forma colaborativa. La transmisión intergeneracional tiene aspectos muy positivos, y eso hace que perdure tantísimo tiempo. Al final, se mantiene lo que es positivo para las comunidades, para las personas, y desaparece lo que no lo es.


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