La Voz de Galicia

Qué hubo y qué hay alrededor de la Maruxaina

A Mariña

PABLO MOSQUERA

Hoy la cita se ha desfasado

07 Aug 2024. Actualizado a las 10:41 h.

Digamos la verdad. Nunca fue una leyenda como la de aquella Serpiente de Coído, o la de la dama que se encontraba orando y vio cruzar un ciervo camino de la iglesia en Cervo, o del mascarón de proa para honrar la aventura de los O´Connor que llegaron a San Ciprián escapando de las persecuciones religiosas y se convirtieron en Los Pedrosa, o la del gran Patrón Cipriano Ponte que rezaba el rosario inventándose los misterios mientras junto a Regino Díaz sorteaban como podían aquella infernal galerna julio 1961... Hay motivos y cuentos de cantina portuaria que aseguran si Monte Medela no será aquel mítico Monte Medulio dónde los Celtas se inmolaron frente a las legiones romanas. O como en Cubelas las ruinas que guardan restos pétreos de una salazonera para sardinas no fue antes un castillo para defensa que evitara el desembarco de franceses o ingleses que como bucaneros querían hacerse con la factoría de Sargadelos dónde se fabricaron armas y municiones.

Fue en 1956 cuando aquellos estudiantes para derecho y medicina decidieron traer a Brisas do Landro al tercer día de las fiestas patronales dedicadas al Carmen, con una merienda campestre en La Atalaya desde la que se podía y puede divisar a esos míticos FARALLONES y alguno de los presentes contó que en una de sus islas en una cueva vivía una sirena que atraía a los barcos para hacerlos encallar, pero algún otro de los presentes le llevó la contraria y contó que había escuchado que la navegación en nuestra costa tuvo dos vigías. Desde la Atalaya, dónde hubo hogueras, y después un faro, y esos gritos desesperados que salían de los Farallones a modo de advertencia para patrones y pilotos por la proximidad de peligrosas rompientes cuyas afiladas garras eran como cuchillos para hacer vías de agua en las cuadernas de los buques a vela.

La fiesta pretendía ser la relación entre los habitantes de San Ciprián y esa mar cambiante de la que dependían los primeros, así mismo las islas que rodean a la península de paz- según eslogan turístico- eran símbolos tanto desde tierra como desde la mar, sobre todo cuando la navegación aproximaba a los buques de vela y sus patrones se orientaban tomando como primera referencia las islas -Farallones: Pie, Baja y Sombriza- más adelante la Anxuela y por fin el promontorio de la Atalaya con su historia ballenera y la luz del faro que a modo de morse ponía una cadencia lumínica para saber que puerto tenían en las cercanías costeras. Nunca escuché a uno de aquellos bravos patrones de altura referirse al mundo de las sirenas en sus múltiples tertulias de cantina cuando describían singladuras y temporales. 

Las primeras citas de A Maruxaina salieron de la pos fiesta del Carmen. No en vano las dos celebraciones populares del puerto que lo fue para las Reales Fábricas de Sargadelos- El Carmen y San Andrés- y el recuerdo de aquellos antepasados mareantes en hermosas goletas, bergantines y pataches, dejaron unas estelas casi mitológicas de como se gobernaba un buque mediante el sextante y la brújula sobre la bitácora. Las ropas de las gentes eran azul Mahón con esa boina calada que lo mismo protegía del mal tiempo que del sol. Las peixeiras con aquellos ropajes atravesando los arenales-dunas entre el puerto de abajo y el moderno puerto de arriba 1939- con una carretera a la búsqueda del faro que desde Lieiro llega hasta la Atalaya en 1925 con un puente sobre la ría del Cobo. Nunca por aquellos años 60 y 70 de nuestra juventud hubo culto a las sirenas. Cruzábamos nadando desde Cubelas hasta La Caosa para dejarnos secar en a pedra quente, o aprendimos el salto del ángel desde la hermosa cetárea y alguno más atrevido desde el paredón en el muelle mirando hacia el Carreiro. Mientras marineros que eran los boteros para la flota bonitera paseaban bogando con un chaval a proa que portaba en una mano la tina que permitía ver los fondos con las cuevas de los pulpos y en la otra el gancho para su captura. Se hablaba de las piñas percebeiras, discutiendo si eran mejores las de Os Netos, Morás o Pe en el Escaramelado. Nadie reparaba en ese mundo onírico que nos describió la Ilíada o los Argonautas.

La fiesta declarada de interés turístico para Galicia es cita invasiva el segundo sábado agosteño. Llegan de los cuatro puntos cardinales. Buscan dónde aparcar -harto complicado-, invaden con sus pertenencias cualquier espacio que los empleados municipales han preparado cortando el césped o regando las flores, para que reciban la marabunta compuesta por vehículo, mesas, carros plenos de viandas y tumbonas, amén de la cada vez más abundante música atronadora que anime al personal. ¡No hay norma que se les resista! ¡No hay vado a respetar! Se trata de hacer en mi pueblo lo que no se atreven a promover en el de sus procedencias. Y lo que peor llevo. Vale mearse o exonerarse delante de cualquier edificio aun cuando se trate de un templo con hospital de San Andrés, creado en el siglo XVII. ¡Manda carallo en La Habana, si son puercos!

Las sirenas eran hijas de Aquelous, un potamo -dios del río- que, a su vez, era hijo del dios Océano con su hermana Thetis. Al competir con las musas para ver quién tenía la voz más armoniosa. El dios Océano también fue el abuelo de las Nereidas, hijas de Nereo y veneradas como ninfas marinas. 4 Fueron descritos como amables y siempre dispuestos a ayudar a los marineros en apuros, a diferencia de las sirenas. Además, eran muy hermosas y conquistaban el corazón de los hombres. La estirpe de los Mariño surgen de los amores entre una sirena y el caballero Froilán. Y es que alguna de aquellas botellas conteniendo un poema y arrojado desde un acantilado a los mares puede terminar en una playa dónde una sirena se baña, juega con las marea o aguarda a un príncipe Normando cuyo Draccar naufragó en unos bajos ocultos por la pleamar.

Hoy A Maruxaina tiene tres contenidos. El intento de acercarse al pasado iniciático. Cuando se funda la cita por aborígenes de San Ciprián. Ellos y ellas recorrían el pueblo de cantina en cantina al son de las gaitas y degustando las rosquilla de Clara Rey Sarmiento, el chorizo con pan de María Dolores hermana de Manolito y Mocho. La alegría de Babi y su inseparable Fero. Luego las comidas en las playas. Baño y juegos tradicionales.

El segundo momento irrenunciable es acudir para capturar a la sirena. Ahí los patrones del operativo son la saga de los Pillado. Gentes de Mar cuyos antepasados llegaron a ser arponeros y cuya fama les granjeó formar parte de traiñones a remo tras el mamífero Cantábrico. Y el final, que es la parte más esperada por los visitantes. Tras la representación del denominado juicio a la sirena, la queimada que coloca "generosas" dosis de alcohol más o menos quemado en los organismos y producen esa pérdida de timidez que conlleva una noche de amores infinitos poniendo por testigo a la mar y con la música estridente de las nuevas orquestas dónde los decibelios sustituyen a la música en directo. Es un trasiego en el tiempo con un gran vencedor al que sugiero deberían nombrar "maruxaino de honra". Dionisio. Baco. Liber. Sileno. Pan. Ménades. Lista inacabada de sombras a las que esa noche y tras la captura entre luces azuladas inspiran: sentimientos, sentidos, deseos, ensueños y la búsqueda tan galaica de los encantamientos...Pero nace en el seno de una comunidad que era homogénea aun cuando ha ido evolucionando hacia otra comunidad heterogénea que cambio la cultura marinera por la industrial. 5 Si tengo que elegir entre el mito de las meigas o de las mouras, me quedo con el segundo. En esa cueva dónde reside y peina con un artefacto de nacar sus cabellos mientras entona canciones que se acompañan por la música de la mar y el viento, custodiando tesoros procedentes de los pecios abundantes en una costa a la que Hixinio Puente señala como de abundantes naufragios, quiza tantos como en Costa da Morte, pero en tal fue el periódico de los gallegos La Voz de Galicia quien los hizo noticia de continuados sucesos. Y es por eso que un pueblo al norte del norte metido mar adentro se levanta y se acuesta con el temor a esa madre MAR que todo lo puede y necesitan buscar seres mitológicos a los que encomendar su destino. Los dos casos más cercanos son el artículo que escribe Luis Seoane sobre ALDORZA y el relato de Nicomedes Pastor Díaz sobre La SIRENA DEL NORTE y desde luego aquella SIRENA NEGRA Emilia Pardo Bazán, con sus eternas preguntas sobre la vida y la muerte. 6 En los numerosos trabajos que he realizado sobre A Maruxaina siempre traté de convertirla en una mujer que acudía desde el archipiélago TRILEUCOS a la playa de la Cancha y se deba un paseo anónimo por el puerto, sus calles, escuchando a sus gentes y sorprendiéndose con las novedades que desde 1985 se iban produciendo en la comunidad que tal como he descrito estaba transformando un mar de cultura en un pueblo que sin darse cuenta adoraba a modo de ídolo la chimenea de la factoría aluminera. Así está recogido en una de mis obras " A Maruxaina e Outras Sereas".

Y es que puedo asegurar que soy la persona con más artículos dedicados al mundo de la Maruxaina, hecho que se puede probar desde internet y que comprende artículos en La Voz de Galicia, El Progreso, El Heraldo de Viveiro, Galicia Digital, así como un amplio capítulo en mi obra "Islas San Cyprianus: orgullo y patrimonio. Lo que recuerdo para autores viajeros que como José Roca Guerrero publicitó en la revista- PERIFERIA- de la Universidad Autónoma de Barcelona sin tener la deferencia- 2017- de "charlar conmigo sobre el particular". Se cometen errores sobre la historia de esta sirena. Sus antecedentes son anteriores a 1985. Constantino Soto Lopez nunca fue fundador del grupo que tuvo la idea, pues se encontraba en Madrid, si bien es cierto que le encargaron la realización del primer cartel anunciador de la fiesta, que no la primera ilustración o figura que tuvo lugar en 1968 con la obra de JUAN MANUEL LOPEZ ROIBAL consistente en: óleo, escultura en hueso de ballena y cerámica con motivo de los cursos ceramistas en Sargadelos. Sin embargo se olvida de dos personalidades que escribieron sobre La Maruxaina.

La Gimnasta Olímpica Almudena Cid y la premio Planeta más joven del certamen literario, Laura Espido Freire a las que tuve el honor de implicar. Me presto a debatir sobre la cuestión. ¿ Quien devora a quien, el mito a la fiesta o la fiesta al mito?. Hoy en el primer tercio del siglo XXI es una fiesta sin límites, una cita para una bacanal, una invasión festiva que ha ido desplazando a los aborígenes de esta leyenda, incluso olvidando al escultor mindoniense Quique Guerra que dio forma plástica a la mujer que empezó siendo de carne y hueso -Ana "panadeira"- En lo que sÍ puedo estar de acuerdo es en ese espíritu fabulador heredado del gran Álvaro Cunqueiro, creador de personajes como Simbad, Merlín, Arturo, Ginebra. O de ese culto en el vecino Cervo al conjuro de la QUEIMADA con una escenificación muy cuidada y actualizada cada año, con la participación de esa gran asociación cultural " Airiños do Xunco".

Para finalizar. Hoy la cita se ha desfasado. Son numerosas las gentes que hablan de la maldición de la sirena. De las inmundicias que produce el gran botellón de la noche agosteña. De las ingestas precomatosas por toda suerte de sustancias y sobre todo el alcohol de ínfima calidad. A Maruxaina tiene actualmente dos componentes reales. El desmadre o desfase total y el gran negocio de la hostelería.


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