Alcoa admite que podría estar ganando dinero con Alúmina

La vicepresidenta ejecutiva de Alcoa, Molly Beerman, admitió el pasado jueves, en la conferencia anual de Morgan Stanley, que la multinacional «podría estar ganando dinero» con la planta de alúmina con la situación actual del mercado -en el pasado mes de julio, el precio del óxido de aluminio alcanzó los 510 dólares por tonelada, un récord en los dos últimos años-, aunque insiste en que la refinería «no ha llegado a un punto de rentabilidad».

Y ese punto no llega, argumenta, porque «estamos esperando aprobación de la Xunta para la balsa de lodos rojos, que necesita una ampliación. Y hasta que no consigamos este permiso no podemos completar el trabajo, y es fundamental para la continuidad de las operaciones en el medio plazo», señala Alcoa, urgida por el Gobierno gallego ese mismo jueves a entregar la documentación pertinente para lograr el consiguiente permiso. Tras una reunión con Alfonso Rueda, el comité señaló que el Ejecutivo autonómico percibe «desinterés» de la compañía en ejecutar el proyecto.

Beerman fue consultada sobre si la situación del mercado, con la recuperación del precio del aluminio, da más margen de maniobra al complejo de San Cibrao. La multinacional aventuró, de no cerrarse una venta de las instalaciones o llegar a acuerdos con las Administraciones y con los sindicatos para recibir apoyo económico y rebajar las condiciones del acuerdo de viabilidad, «decisiones difíciles» en el pasado junio, ampliando posteriormente ese plazo hasta el final del presente año.

La vicepresidenta ejecutiva de Alcoa insistió en que hay cien millones de dólares de fondos no restringidos, y otros 85 millones que sí lo están, reservados para completar los planes de mejora, de reinicio de la actividad y de blindaje de los empleos que la empresa pactó en su día con la plantilla. «Con las mejoras del precio del aluminio no estamos perdiendo dinero tan rápido, pero el complejo industrial de San Cibrao sigue en pérdidas. No hemos concretado los números rojos para 2024, pero en el 2023 fueron 150 millones de dólares», apunta Beerman. Los sindicatos han cuestionado estas cifras al entender que la compañía incluye en este importe cuestiones que ella misma firmó en el acuerdo de viabilidad, y han asegurado que con la situación actual de mercado las plantas (alúmina funciona al 50 % de su capacidad y aluminio solo tiene 32 de 512 cubas operativas) son rentables.

«Las pérdidas no son tan elevadas como en el 2023, pero no estamos en un punto de rentabilidad ni siquiera en la refinería», alega Alcoa, que insistió en que trabaja en una “doble vía” para San Cibrao. Por un lado, el proceso de venta, sobre el que Beerman dijo que el grupo de seis postores que presentaron ofertas «se ha estrechado”, y que de darse “un acuerdo aceptable” podría “cerrarse a final de año». La dirigente de la multinacional volvió a ser consultada sobre si la transacción podría ser por partes, y respondió que «la idea» es vender todo el complejo, Aluminio y Alúmina.

Por otro lado, Alcoa insistió en la posibilidad de seguir fabricando ella misma aluminio primario, para lo que presionó de nuevo a Administraciones y sindicatos con las mencionadas reclamaciones.