Alcoa quiere financiar la producción en San Cibrao con el dinero del horno de cocción
A Mariña
Ignis se postula ante el comité para firmar «los mejores» contratos de energía renovable y la aluminera reitera que la inversión «no es esencial» para el futuro de la planta
02 Dec 2024. Actualizado a las 19:53 h.
Alcoa e Ignis Equity Holdings se reunieron este lunes con el comité del complejo industrial de San Cibrao, en un segundo encuentro a petición de la multinacional para presentar el preacuerdo de inversión que tienen la aluminera y la empresa energética. De acuerdo con la versión de la representación de los trabajadores, el CEO de Ignis, Antonio Sieira, aseguró durante que la compañía «es capaz de firmar los mejores contratos bilaterales de suministro de energía renovable (PPA)».
Como garante de la firma de esos contratos «aportando su experiencia en una posible asociación con Alcoa» se presentó Ignis, una empresa con nueve años de antigüedad y que tiene, según la versión ofrecida por el comité, «14.000 MW en desarrollo. Compraron en concurso de acreedores varias plantas de cogeneración con problemas económicos, consiguiendo reflotarlas. Después, otra de ciclo combinado en Zaragoza con el mismo sistema, continuando después con las renovables», explicaron los sindicatos en un comunicado.
Alcoa anunció en octubre un principio de acuerdo con Ignis para inyectar 100 millones de euros —la energética aportaría 25— de inmediato en el complejo industrial de San Cibrao. Las dos empresas expusieron «el plan eléctrico propuesto» para San Cibrao, matizando que «las diferencias entre España, Francia y Alemania» en lo percibido por las electrointensivas en materia de compensaciones por emisiones indirectas de dióxido de carbono (CO2) «son muy grandes. Los otros países apoyan mucho más a la industria que España», señaló el comité.
Alcoa e Ignis también realizaron «una presentación de futuribles de flujo de caja en los años 2025-2028», y «un planteamiento de cómo afrontar estas necesidades de caja. Sería con una aportación inicial de dinero propio, acceso al fondo de garantías y posponer la inversión del horno de cocción a por lo menos el 2028», indicaron los sindicatos. Estes son los requisitos que la aluminera exige al comité a cambio de que se ejecute el plan propuesto: dejar a la compañía usar el fondo reservado para las inversiones y no retomar hasta dentro de tres años el proyecto de la reforma más importante de las comprometidas en el acuerdo de viabilidad.
Al Gobierno, Alcoa le exige elevar al máximo el CO2 indirecto y agilizar los trámites de los parques eólicos vinculados a la planta, y a la Xunta autorizar la ampliación de la balsa de lodos rojos (DBR).
La multinacional del aluminio expuso posteriormente su versión de la reunión. «En este encuentro hemos compartido con el comité una explicación en detalle del precio eléctrico y de la competitividad (de la fábrica) frente a otros países», apunta.
«En ese marco, Alcoa ha reiterado a los representantes de los trabajadores que la viabilidad de la planta depende de la energía, y no de inversiones no esenciales», argumenta la compañía, que intenta desligar de este modo la construcción del horno de cocción de ánodos del futuro de la planta. Los sindicatos han insistido en numerosas ocasiones en que la fábrica de aluminio es inviable sin ánodos de importación, y dado que el proyecto precisará de dos años de ejecución, las instalaciones tendrían que funcionar con esta compra externa al menos hasta el curso 2030.
Alcoa niega este punto, señalando que otras fábricas de aluminio primario funcionan con ánodos de importación.
Los sindicatos han acusado a Alcoa de «cierre encubierto» al destruir el antiguo horno de cocción y paralizar la construcción de uno nuevo. De hecho, han afeado a la empresa que quiera negociar de forma bilateral y no en el marco de la mesa de seguimiento —prevista para el 9 de diciembre— un acuerdo que implica a las Administraciones, a las que la compañía hace responsable del coste de la energía y por lo tanto de la viabilidad de la planta.
«Igualmente, hemos trasladado al comité una proyección de flujos de caja a medio plazo para los próximos años, y una explicación de cómo se estarán financiando esas necesidades de caja a través de Alcoa e Ignis», añade la multinacional, que desea «mantener un diálogo productivo y construir consensos con todas las partes implicadas en el proceso».
«Seguimos trabajando intensamente para asegurar el futuro de las operaciones en San Cibrao a través del progreso de la propuesta de acuerdo con Ignis», concluye la multinacional.
En esta tesitura, el comité exige que a la reunión del día 9 asistan el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y los responsables de Industria, Jordi Hereu, y Transición Ecológica, Sara Aagesen.