Trabajadores de Alcoa: «El Gobierno nos tiene abandonados, no nos da ni una reunión solicitada»

Trabajadores de Alcoa y vecinos de A Mariña reclamaron ayer en la Praza do Concello de Xove la implicación de las Administraciones a fin de que se vuelva a producir aluminio primario. Es la tercera protesta que se realiza en los últimos meses, tras la concentración de octubre en San Cibrao y el corte de la A-8 en Ribadeo en noviembre.

Tras supeditar Alcoa el arranque de la electrolisis —con una inyección económica de la mano de la energética Ignis Equity Holdings— a que el comité acceda al aplazamiento del horno de cocción de ánodos y a que los 85 millones de dólares del fondo restringido para las inversiones puedan utilizarse para la actividad diaria de la planta, los sindicatos apelan a las Administraciones, a las que la multinacional también pone deberes, reclamando apoyo económico a través de ayudas, y solución para los trámites de la ampliación de la balsa de lodos y de los parques eólicos vinculados al complejo industrial.

«El Gobierno nos tiene abandonados, no da reuniones», criticó ayer antes de la concentración el presidente del comité, José Antonio Zan. El sindicalista recordó que la última mesa de seguimiento por el futuro de la fábrica fue el 12 de junio. «Tampoco convoca una cita interna solicitada con nosotros y con Xunta», agrega, «ni otra solicitada con la Abogacía del Estado» y los servicios jurídicos autonómicos, además de los representantes políticos, «para estudiar las posibilidades de la querella». Las centrales sindicales aprecian que si Alcoa sigue eximiéndose de cumplir con la construcción del horno de cocción de ánodos, una de las mejoras comprometidas en el acuerdo, será responsable de «un cierre encubierto» de las instalaciones, al haberse inhabilitado el horno antiguo, obligando a funcionar a las instalaciones con ánodos de fabricación externa.

Zan también exige al Ejecutivo «que cumpla con lo prometido sobre los parques eólicos», en relación a los proyectos tramitados por el Estado que están pendientes de luz verde. «José Ramón Gómez Besteiro y Patricia Otero (líder del PSdeG y diputada en el Congreso del PSOE) prometieron que estarían aprobados el año pasado», afirma.

El comité reclama, «sobre todo, que se cumpla con la intervención pública de la planta, que pidieron todos los partidos en el Parlamento». Zan se mostró muy crítico con el Gobierno. «Estamos preocupados por el fin de la cobertura sobre las empresas auxiliares. Llevamos un año avisando al Ejecutivo y toda la responsabilidad recae en su nula gestión. Ahora, además, se posiciona de parte de la empresa», censuró.

El Ejecutivo central ve avances

El sindicalista se refirió a las palabras del delegado del Gobierno, Pedro Blanco, que comprometió la implicación del Gobierno para «luchar» por el mantenimiento del empleo de Alcoa y la permanencia de esta industria, «un núcleo principal de riqueza en A Mariña».

«Creo que vamos a ser capaces de buscar una solución», dijo Blanco, que juzgó que el preacuerdo de Alcoa e Ignis permite avanzar hacia una resolución del conflicto. «Se están dando pasos para que esa solución llegue más pronto que tarde», afirmó.