«La muerte del papa nos pilló en Roma y pudimos verle, nada en 20 minutos de cola, fue una experiencia con la que no contábamos»

Una viveirense, Tere Picos, vivió una experiencia que, seguro, no olvidará; la muerte del papa Francisco la pilló casualmente en Roma esta semana y este jueves por la tarde vivió el ambiente en la Plaza de San Pedro, pudo ver al papa en el féretro en el Vaticano y aún visitaron la Capilla Sixtina en compañía de una guía. «Fue casualidad, vivimos una experencia con la que no contábamos», dice por teléfono desde Roma.

«Hay muchísima gente, mucha vigilancia, pero todo fue muy fluido. Nosotros nos pusimos a la cola después de comer, a eso de las cinco, y en 20 minutos ya estábamos ante el papa. La cola iba rápido porque no dejan pararte y no había agobio porque estábamos bastante separados unos de otros», cuenta nada más salir del Vaticano.

«Me llamó la atención que había mucho voluntariado; muchos policías, carabinieri, el Ejército, un helicóptero estaba sobrevolando la plaza en todo momento, pero a pesar de haber mucha gente, muchísima, todo estaba tranquilo y fue rápido -relata Tere-. Te miraban las mochilas y había que pasar por el arco de seguridad, pero todo sin pausa, muy bien». 

Tere Picos, trabajadora de un supermercado en Viveiro, no contaba con vivir una experiencia así, histórica, al volar este lunes a Roma; regresa este viernes. «La verdad es que no contábamos vivir una experiencia así». No notó la carestía de precios esta semana porque ya tenían alojamiento previamente contratado. «Está todo de bote en bote», dice. Eso sí, beber es casi prohibitivo, una manzanilla 6 euros, un café 7, cerca de la plaza de San Pedro. «Comer no, es más o menos normal, pasta, ensalada, pero la bebida es carísima».