Renato, emigrado para alcanzar la cumbre del fútbol sala con el Jaén

La esperanza de encontrar prosperidad gracias a la pesca llevó a Burela a la familia de Renato Lopes Furtado (Santa Catarina, Cabo Verde, 1997) cuando ni siquiera había cumplido los dos años. Aquel bebé emigrante es hoy un «orgulloso pataqueiro» y un futbolista de referencia en España. «Salí de mi zona de confort para crecer. Ya dije hace tiempo que quería ganar como mínimo un título esta temporada», confiesa convertido en uno de los baluartes de un Jaén Paraíso Interior que cumplió su promesa al conquistar el pasado domingo en Granada su tercera Copa de España de fútbol sala.

Cedido por el Burela Pescados Rubén tras sufrir el descenso, una rotura muscular dificultó su adaptación en Andalucía: «Llegué solo y tuve la mala suerte de romperme. Lo pasé mal, no me gusta ver rodar el balón si yo no puedo jugar, y me perdí los primeros partidos de liga. Son los momentos en los que echas de menos un abrazo de tu madre, pero me sentí muy arropado por mis compañeros y desde que me recuperé todo fue a mejor». 

«Una alegría inmensa»

Su equipo es el segundo clasificado en Primera División, solo por detrás de un Barcelona con el que están citados en cuartos de final de la Copa del Rey, y Renato ya acumula 21 partidos oficiales con la camiseta amarilla, con la que ha anotado tres goles. Uno de ellos sirvió para ayudar a vencer a ElPozo Murcia (7-4) en las semifinales coperas. Tras arrancar con un triunfo en los penaltis contra el Mallorca Palma (1-1), en la final derrotaron por 3-1 al Movistar Inter. «Es una alegría inmensa, algo muy difícil de describir si no lo vives en primera persona», describe un todavía emocionado jugador burelense. «La celebración está siendo tremenda, ya avisamos al entrenador de que hasta el miércoles no pasamos por el pabellón», bromea. 

Amigos alentándolo

Por la cercanía geográfica y su numerosa y apasionada hinchada, el Jaén casi ejerció de local en el espectáculo más valorado del fútbol sala nacional. «Lo de nuestra afición fue de locos, son enfermos por el fútbol sala», explica un hombre arropado por algunos de sus amigos de A Mariña en el Palacio Municipal de Deportes de la ciudad nazarí. «Tenerlos cerca en un momento así es muy bonito. En los últimos 40 segundos de partido me sentí en una nube», detalla.

Tras crecer en la cantera y convertirse en estrella del Burela, también son muchísimas las felicitaciones que le llegan desde su tierra tras alzar su primer título nacional. «Entre las redes sociales y el móvil todavía no me dio tiempo a contestar a todo el mundo. Hasta me siento mal por ello, pero no he tenido tiempo», confiesa un jugador cuya felicidad va mucho más allá de la fría estadística.

«Somos un equipo muy compensado, con jóvenes y veteranos que nos complementamos. Nadie hace la guerra por su cuenta, todos vamos a una. No importa quien marca», explica Renato en relación a una producción goleadora menor que en campañas pretéritas. «En Burela aprendí a no agobiarme por los goles. También ayudo en la defensa y regateando. Estoy disfrutando y ganar esta Copa de España es el colofón», dice un ala a gusto a las órdenes del también exburelista Dani Rodríguez. «Sabe de lo que soy capaz, que puedo regatear, y me siento uno más que trata de aportar al equipo», añade.

«En Burela aprendí a no agobiarme por los goles. También ayudo en la defensa y regateando. Estoy disfrutando y ganar esta Copa de España es el colofón» 

Su futuro

Cedido por el Burela con una cláusula de compra de 25.000 euros, el futuro de Renato parece estar ligado al Olivo Arena. «Supongo que tras ganar la Copa aún estarán más interesados en mí. Creo que mi rendimiento está siendo bueno», detalla un jugador importante en un club que hasta tres veces en nueve años ha chafado el dominio del Barça y el Inter en la Copa de España.