Las hermanas Canoura, tres mujeres de referencia en Uruguay, oriundas de Foz
Foz
Son nietas de José Ramón Canoura, que en 1903 subió con 13 años a un barco en Vigo y se bajó en Montevideo
06 Aug 2022. Actualizado a las 21:41 h.
El muchacho de Santa Cilla de O Valadouro (Foz) que subió en 1903 a un barco en Vigo y se bajó en Montevideo tenía 13 años y se llamaba José Ramón Canoura. Uno de sus hijos, José Coco Canoura, nació en 1916 y trabajó 40 años en una fábrica de ladrillos. Se casó con Carmen Pocha Sande y educaron a sus tres hijas en libertad y con una buena formación académica. La mayor, Carmen, es una prestigiosa arquitecta; la segunda, Cristina, maestra, periodista y laureada escritora; y la menor, Laura Canoura Sande, cantante y compositora de éxito y la principal y más respetada voz femenina del Uruguay. Las tres son hoy mujeres de inexcusable referencia en el país.
La vida no fue fácil para los Canoura en la emigración. Al abuelo José Ramón lo embarcó su propia madre de polizón para que escapara del hambre y esquivara la incierta suerte de la guerra que suponía el servicio militar. En Montevideo desempeñó varios oficios hasta que se asentó como cobrador en los tranvías urbanos. Su nieta, la periodista Cristina Canoura, estuvo en 2016 en Santa Cilla tras sus huellas e hizo el Camino de Santiago en 2018 para revivir sus pasos.
Su hijo, Coco Canoura, empezó a trabajar a los 12 años en la Fábrica de Ladrillos Carrasco. Se casó en 1945 y vivió durante 17 años en casa de sus padres junto a dos tíos y un primo. Allí nacieron sus tres hijas. Coco tenía devoción por ellas y, cuando cumplían los 18 años, le regalaba el carnet de conducir. Era un hombre liberal, tolerante, batllista y cantarín. Se declaraba ateo pero no le importó enviar a sus hijas a un colegio de monjas, para él lo prioritario era darles una buena educación.
Los dueños de la fábrica lo apreciaban mucho y le dieron facilidades para pagar los materiales de la casa que construyó en Lagomar con sus manos, mucho esfuerzo y la generosa ayuda de sus amigos. Todo le iba bien. Pero el 27 de junio de 1973 la vida dio una vuelta de tuerca y los militares un Golpe de Estado que reprimió y llevó a la cárcel, la muerte o el exilio a miles de uruguayos. Y entonces, cuando la libertad estuvo en peligro y la dignidad pisoteada, las hermanas Canoura dieron un paso al frente. Carmen -que tenía 22 años, estudiaba Arquitectura y ayudaba a la oposición en la clandestinidad- fue encarcelada. Cristina huyó en 1978 en el barco alíscafo que cruzaba de Colonia a Buenos Aires y vivió seis años en el exilio. Y Laura, aún adolescente, estudiaba en el Conservatorio y formó el histórico grupo Rumbo, de música comprometida y de raíz.
A pesar de los pesares, la familia se mantuvo fuerte y unida. Coco Canoura ?que murió en 2013- y su mujer, Pocha Sande, tuvieron tres nietos, cuatro bisnietos y dos yernos. Y vieron a sus hijas convertidas ?por derecho propio y por su modo de andar alto y derecho- en indiscutibles referentes de la mujer y de la sociedad uruguayas.
Laura y Michelle Bachelet, la OTI y sus discos de platino
Laura Canoura, que nació en 1957, cuenta con una trayectoria de más de 40 años en la cultura y en la música uruguaya. Es una de las principales solistas femeninas y de las más reconocidas artistas. Tiene más de veinte discos editados, numerosos premios y fue la primera mujer uruguaya en obtener un Disco de Platino. En la actualidad, es asidua participante en obras musicales y programas de televisión.
Comenzó su carrera a finales de los 70 como miembro del grupo Rumbo en plena dictadura cívico-militar. Las autoridades de entonces censuraron y suspendieron varias de sus actuaciones por basarse en temas de Falú, Dávalos, Chabuca Grande, Violeta Parra o Benedetti. Rumbo era la bandera del otro Uruguay, del joven, culto, tolerante y fraterno. Representaba la resistencia artística, cultural y social ante aquellos tristes años. Laura Canoura formó tambien parte del grupo Las Tres, que duró poco. Y como solista protagonizó un espectáculo sobre Edith Piaf, cantó con la Orquesta Filarmónica de Montevideo y con Galas de Tango viajó por América, Europa y el norte de Africa.
A lo largo de su exitosa carrera, obtuvo varios Discos de Oro y Platino, recibió premios ?el de Ciudadana Ilustre de Montevideo o el de la Música Popular- fue reconocida como Mujer del Año y en dos ocasiones ganó el premio de la Sociedad de Autores uruguayos. Su último disco, editado en 2021, es Cantorcita y en él homenajea a Jaime Dávalos y a Idea Vilariño, la poeta de origen gallego compañera del escritor Juan Carlos Onetti.
La nieta del emigrante de Santa Cilla representó en 1992 a Uruguay en el Festival de la OTI que se celebró en España y es miembro del jurado del Festival de Viña del Mar (Chile). Su amistad personal con Tabaré Vázquez ?nieto de un emigrante ourensán y presidente del Uruguay de 2005 a 2010 y de 2015 a 2020- y con Michelle Bachelet ?presidenta de Chile de 2006 a 2010 y de 2014 a 2018- hicieron que su presencia fuese habitual en las sucesivas tomas de posesión de ambos mandatarios.
La segunda de las Canoura, Cristina, es una maestra y periodista que trabajó en revistas uruguayas como Búsqueda o Nutriguía. Es autora de libros como Los invencibles, Mujeres uruguayas, el lado femenino de nuestra historia, Utopía de ladrillo y cemente o 16 historias de la ciencia en Uruguay. Este último libro recibió varios premios y el reconocimiento de la Academia Nacional de Medicina por su compromiso y difusión científica.
Cristina escribió una historia femenina del país y Carmen denunció el terrorismo de estado
En el año 2011 publicó «¿Quién es esa mujer?» sobre su propia hermana, la cantante Laura Canoura, a la que define como «explosiva, huraña, generosa, antipática, audaz, habilidosa, divertida, bocasucia, cortés, irreverente, profunda y, sobre todo, muy distante con toda postura politicamente correcta».
Prestigiosa arquitecta
Por su parte, la hermana mayor, Carmen Canoura Sande, es hoy una prestigiosa arquitecta que, cuando tenía 22 años y era estudiante, fue detenida el 15 de agosto de 1973 por su presunta participación en el Comando de Apoyo Tupamaro (CAT). La llevaron al Grupo de Artillería I, luego al Cuartel de Camino Maldonado y, finalmente, fue ingresada en el Penal de Punta Rieles donde fue liberada en 1975.
Vejada y torturada
Durante su cautiverio fue vejada y torturada para que admitiera su participación en el citado comando y delatara a sus compañeros. Uno de los responsables de los malos tratos ?según se demostró más tarde- fue el militar Jorge Silveira Quesada, conocido como Pajarito o Siete Sierras… En el año 2011, Carmen Canoura, junto a otras 28 mujeres ex presas políticas, presentaron por primera vez una denuncia penal por violaciones y abusos sufridos durante el Terrorismo de Estado.
martinfvizoso@gmail.com