La Voz de Galicia

La Sareb paraliza el juicio por desahucio a un anciano inválido de Mondoñedo

Mondoñedo

josÉ alonso mondoñedo / la voz

Buscará una solución para el caso de este hombre, de 83 años y encamado

16 Jan 2021. Actualizado a las 12:24 h.

José María Ratoeira Balseiro, vecino de Mondoñedo de 83 años que vive solo y encamado (con la ayuda de una asistenta) tras un ictus que sufrió hace seis años, pudo respirar aliviado este viernes. La amenaza de desahucio que se cernía sobre él, con la vista fijada para el próximo día 26 en el juzgado de Mondoñedo, ha sido paralizada.

La noticia de esta demanda saltó el pasado día 31 tras publicase en La Voz. La Sareb, al conocer los detalles del caso, reaccionó anunciando que el expediente sería revisado al detalle, dada su política de buscar una solución cuando hay implicados en situación de vulnerabilidad, como es el caso de niños o ancianos. Ayer, la abogada de la Sareb se puso en contacto con Luis Rego, el letrado de Ratoeira, y decidieron solicitar la suspensión de la vista y abrir un proceso de negociación de dos meses para buscar una salida satisfactoria para ambas partes.

«Se abre un nuevo escenario y se da un paso muy importante. Es una muy buena noticia que la Sareb se avenga a negociar un arreglo. He percibido una actitud positiva por su parte y esperemos que fructifique. Ahora se abre un período de negociación para el entendimiento, para llegar a un buen acuerdo que reconozca la propiedad de mi cliente, y se le permita vivir su vejez con tranquilidad y sosiego, que es lo mínimo que se puede pedir para una persona de su edad y en sus circunstancias», manifestó el abogado de José María Ratoeira.

La postura del anciano mindoniense es que el piso en el que vive desde hace once años es suyo, en base a un documento que recoge la permuta de un terreno que hizo a un constructor a cambio de la vivienda. Lo que ocurre es que el promotor quebró y al entrar en concurso de acreedores se obvió este documento, de modo que el piso se incluyó con el resto de propiedades de la empresa constructora que fueron sacadas a subasta, yendo a parar a la Sareb.

José María Ratoeira vivió al margen de este proceso, residiendo en el piso y pagando al día todos los recibos, aunque sin escritura oficial de propiedad. Solo cuando hace unos meses le llegó la demanda de desahucio se enteró de su situación, con la lógica sorpresa y preocupación.

Tras saltar la noticia, Ratoeira recibió apoyos desde varios frentes y la Xunta se ofreció a mediar con la Sareb, a través del Instituto Galego de Vivenda e Solo, para buscar una solución.


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