Habla la «savia nueva» del profesorado: «A integración nas aulas é imposible sen recursos»

En una sociedad tan cambiante como la actual, en la que curso tras curso aumenta el número de alumnos con necesidades educativas especiales en forma de TEA (trastorno del espectro autista), TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), síndrome de Asperger o altas capacidades, entre otros muchos, el sistema educativo enfrenta retos que precisan recursos humanos y económicos. Así lo destacan representantes de la «savia nueva» del profesorado en A Mariña, como David Lombao (Filosofía), Clara Morado (Francés), Cristina (Bioloxía) y Alba Pintado (Inglés), que el miércoles iniciaron su primer curso en el IES María Sarmiento de Viveiro, que este año tiene en torno a 800 alumnos y unos 90 profesores.

Los cuatro imparten clase en ESO, Bachillerato o Formación Profesional Básica, y destacan que la ratio de alumnos por aula fijada por ley es excesiva a todas luces. «Cando nunha clase te xuntas con 28, 29 ou 30 alumnos faise moi complicado, especialmente porque hai moitos rapaces que teñen necesidades educativas especiais e necesitan un reforzo que nos é imposible darlles porque non temos axuda para atendelos como precisan. E non hai profesores suficientes para facer desdobres, aínda que digan que si», comenta Alba Pintado, ribadense de 35 años que lleva cinco dando clase. Tres de ellos en Castilla La Mancha, ya que en Galicia no lograba estabilidad laboral. «El currículo es muy extenso, y con grupos de 25 alumnos no puedes desarrollar la competencia comunicativa. Es imposible», comenta Clara Morado, que a las clases de su especialidad (francés) suma este año materias que se imparte en la FP Básica de Automoción, como Xeografía e Historia o las lenguas española y gallega.

«Moi bonito sobre o papel»

«Con el pretexto de que son materias afines, nos las meten en el horario», indica. «As autoridades din que intentan integrar a todo tipo de alumnos nas aulas para que logren o máximo desenvolvemento das súas capacidades, e queda moi bonito sobre o papel, pero é imposible de aplicar se non poñen medios humanos, é dicir, máis profesores de apoio», completan. «Faltan moitos recursos humanos e monetarios para atender as necesidades do alumnado», concluye David Lombao, de 29 años, y profesor de Filosofía.

«A nivel educativo, estamos nun mal momento onde os máis perxudicados son os alumnos», David Lombao, profesor de Filosofía

«Nos meten a dar clase de materias que dicen ‘afines’, como las lenguas, pero que no son nuestra especialidad», Clara Morado, profesora de Francés

«Desde que empecei a houbo moitos recortes. Cada vez temos máis horas de materias que non son as nosas», Cristina, profesora de Bioloxía

«Hai tantos alumnos por aula, case 30, que chegas ó final da primeira avaliación sen coñecelos ben a todos», Alba Pintado, profesora de Inglés

Encontrar piso: «Podes entrar o 10 de setembro e o 20 de xuño bótante porque o queren libre para o Resu»

Como decenas de docentes desplazados, David, Clara y Alba han tenido que buscar piso, y encontrar una vivienda en Viveiro es especialmente complicado debido al auge experimentado por las viviendas turísticas. «Hoy en día, en cualquier población de costa resulta muy difícil encontrar una vivienda porque se dedica mucho al turisteo», reflexiona Clara, que, con la oposición aprobada, este curso estrena plaza provisional en el María Sarmiento. David, natural de Castro de Rei, tiene plaza definitiva, por lo que, en teoría, deberá permanecer al menos dos cursos en el María Sarmiento. Una circunstancia que lo animaría, inicialmente, a buscar una vivienda más estable. Sin embargo, parece lejos de lograrlo. «Cando alugas o piso dinche que podes entrar o 10 de setembro e o 20 de xuño bótante porque o queren ter libre para alugar no Resurrection Fest», expone, y señala que, pese a tener un trabajo estable, va a tener que continuar llevando una «vida de estudiante». Al menos, por ahora.

OPINIÓN: Propaganda non

Fomentar la autoestima, la confianza, la seguridad o la empatía son cuestiones básicas en la educación de cualquier niño. Y más en la de los que tienen algún tipo de necesidad educativa especial. Para lograrlo hacen falta recursos humanos (profesores y especialistas que puedan dedicarles la atención y el tiempo que precisan) y materiales (reducir el número de niños por aula, por ejemplo). Si no se hace, la atención a la diversidad pregonada se queda en propaganda.