Valladolid y Obradoiro miden sus dudas y su confianza en el modelo de juego

Valladolid y Obradoiro, dos de los equipos de la Primera FEB con pasado reciente en la ACB, se medirán fuerzas en el Polideportivo Pisuerga a partir de las 20.45 horas (LaLiga TV) acuciados por un inicio de curso que está yendo por debajo de las expectativas. El mensaje de los dos entrenadores en las horas previas, Lolo Encinas y Gonzalo Rodríguez, es el mismo. Uno y otro dicen de su equipo que tiene claro lo que busca. Están echando en falta más continuidad a la hora de desplegar ese baloncesto. Y esperan alcanzar ese punto de maduración que les permita salir a la cancha con la confianza de que van a imponer su estilo.

El técnico santiagués asegura que «el equipo mentalmente está con muchas ganas de refrendar con un resultado todo el trabajo que llevamos acumulado, todo el trabajo de la semana. El equipo está animado». Incluso va un paso más allá: «Hay pocas certezas en la vida, pero sí os diría con certeza que el camino es el correcto, que estamos haciendo las cosas bien. Que podemos hacerlas mejor y que podemos jugar mucho mejor en defensa y en ataque, pero el cómo queremos hacer las cosas está claro y yo creo que los jugadores, después del otro día, a pesar de haber perdido el partido, pues estamos todos un poco con la sensación de que vamos en el camino correcto».

Lolo Encinas pone más el acento en los problemas físicos que están impidiendo al Valladolid encontrar la continuidad deseada: «Tengo ganas de tener a todos los jugadores para entrenar, no me importa contra quién juguemos». Las bajas de Vasilija Vucetic y Shemar Wilson en la pintura están obligando a que otros compañeros jueguen fuera de su posición natural. Y acaban de incorporar a Rozitis.

Perfil del rival

Gonzalo Rodríguez subraya que el Obradoiro ha preparado el plan de partido teniendo en cuenta las fases en las que esté Rozitis en cancha, el único cinco puro de la plantilla pucelana, y cuando el Valladolid maneje otras alternativas.

En el perímetro, dibuja un perfil marcado por la versatilidad: «Son un equipo que tiene jugadores muy peligrosos en el tiro de larga y media distancia, tienen muchos jugadores que generan desde el dribling, que generan desde el pull up, tanto en situaciones de mano a mano como de pick and roll, como de unos contra uno. Tienen muy buenos tiradores en las alas, en el puesto dos y tres». El objetivo de partida es frenar ese caudal y tratar de aprovechar los puntos más débiles del rival, entre ellos esos teóricos problemas por las lesiones en el juego interior.

Hay otro punto de preocupación común para los dos entrenadores: la defensa. El técnico del Obra reconoce el margen de mejora que hay en ese frente: «Tenemos que defender más y mejor, y más tiempo». Pero también apunta que, en ocasiones, una buena defensa no es suficiente para evitar una canasta. Recuerda el partido del sábado ante el Burgos, con varios triples que pudieron ser determinantes: «Almazán nos mete uno a tablero, nos meten dos triples más cerca de medio campo que de la línea de tres, otro que nos meten defendido en final de posesión». Y apunta cuál debe ser el objetivo: «Tener más continuidad en el sentido de ser capaces de romper situaciones de rival, de evitar que ellos consigan los tiros que quieren, de forzar las otras cosas».

Las cuentas de Encinas, al hilo del partido de Copa ante el Zamora en el que su equipo encajó 86 puntos, son claras: «La primera parte la llevamos bien, pero al descanso deberíamos haber tenido más diferencia. Los 40 puntos recibidos deberíamos haberlos bajado a 35 o 34. Ahí nos podemos mover bien. Entre 60 y 75 en Pisuerga tendremos opción todos los días, y en la segunda parte se nos fueron a muchos, a 46. Tuvimos opción, pero son muchos tantos». Un calco de lo que le sucedió al Obradoiro frente al Burgos.

También resultan ejemplificadores los números de la derrota en la primera jornada, en la pista del Estudiantes. Al descanso el parcial era 31-39. El de la segunda mitad, 51-30.