El Obradoiro encara un partido de órdago a la grande ante el Fuenlabrada

El Monbus Obradoiro recibe esta tarde al Fuenlabrada en el Multiusos de Sar, a las 18.30 horas de este sábado, en uno de esos partidos de órdago a la grande por la entidad del rival y por los números que presenta. El conjunto madrileño llega avalado por la mejor racha de la categoría, con nueve victorias consecutivas, y por su solidez en la retaguardia. La suya es la mejor defensa. Solo en una ocasión encajó más de 75 puntos, ante el San Pablo Burgos, en el único partido que perdió: 70-79. Y en seis contiendas ha dejado a sus rivales por debajo de los 70 puntos.

El colectivo santiagués encara esta jornada en pleno proceso de reconstrucción para encajar en el juego a Ondrej Balvin y Rati Andronikashvili, que ya tuvieron minutos ante el Palencia y el Betis. Y ese proceso siempre comporta desajustes, sobre todo cuando no hay demasiado tiempo para ensayar.

Al analizar al rival, Gonzalo Rodríguez destaca una característica sobre cualquier otra: «Tienen muchos jugadores que ponen un tono físico muy fuerte en el partido, muy alto», y por encima de todos sitúa a Lotanna Nwogbo, sin olvidar a dos viejos conocidos como Fernando Zurbriggen y Westermann, o al bahameño Munnings.

Es un equipo que trata de aprovechar esas cualidades en su baloncesto, que busca «situaciones de Lotana en la pintura, ya no solo posteos, sino situaciones que él sella. Juegan pick and roll con los escoltas y con los bases». Y también saben aprovechar las ventajas de Westermann en el poste bajo.

Es un colectivo que tanto puede dejar al adversario por debajo de los diez puntos en un cuarto cuanto dispararse en su anotación. Y esa capacidad la vincula Gonzalo Rodríguez al poderío físico que antes mencionaba: «Tienen un punto de capacidad atlética, un punto de dureza, de fortaleza física que, cuando la ponen al 100 % en la pista, te hace más complicado jugar. Cuando explotan eso, a veces logran esos parciales, porque consiguen varias buenas defensas consecutivas, tienen jugadores que en transición a campo abierto son buenos, tanto penetrando, como puede ser el caso de Fernando, como finalizando con tiros de tres, como Jorgensen, como Iván Cruz…». Por todo ello, tiene claro que la batalla física será más importante que nunca.

Al propio tiempo, el técnico santiagués insiste en el mensaje de jornadas anteriores, en señalar que la capacidad de mejora del equipo pasa en buena medida por la solidez defensiva y por conseguirla con cierta homogeneidad, sin altibajos o discontinuidades.

Desde la otra orilla, a tenor de las reflexiones de José Luis Pichel, entrenador ayudante del Fuenlabrada, en la web del club, también está muy presente la batalla física. No pasa por alto el potencial local en este apartado: «A nivel de estructuras físicas de equipos, este es un partido en el que te sale una foto muy parecida a un partido de ACB. Los cuerpos, los tamaños, los kilos son muy parecidos a lo que hay en ACB. Tiene sentido que contra todos los equipos que aspiren al ascenso nos encontremos este escenario. Es un escenario para el que trabajamos y con el que queremos competir. El apartado físico es asignatura troncal y tenemos que aprobarla durante todo el año, así que es un muy buen reto jugar contra el Obra para medirnos. Vamos con ganas».

Gonzalo Rodríguez tiene a todo el plantel disponible

Salvo imprevistos de última hora, como sucedió el pasado martes con Millán Jiménez, que apenas pudo jugar ante el Betis por un proceso vírico que casi lo dejó fuera de combate, Gonzalo Rodríguez tiene a todo el plantel disponible. Incluido el propio alero riojano, que ya trabaja con el grupo al mismo nivel que sus compañeros.

El Fuenlabrada tiene las bajas de sus dos jugadores americanos, Dee y Mc Grew, que llevan varias semanas fuera de combate. El alero Travis Mannings vuelve tras una lesión. Entró en la anterior convocatoria, pero no llegó a jugar contra el Palencia. A pesar de las ausencias, el equipo está rayando a un alto nivel.