El disputado voto del señor Cayo
Andar miudiño

19 Jan 2025. Actualizado a las 20:16 h.
La película de Giménez-Rico, basada en la novela de Delibes, transcurre en la temporada 2024-25. Raúl, o R. L., acompañado por dos consejeros, se presenta en septiembre en la Primera FEB como Napoleón en junio enfilando Moscú. Se fichan jugadores, pero no se forma un equipo: overbooking de escoltas, sin un 3 ni un 4 físicos y con un 5, Stephens, «demasiado rookie».
Enseguida, descubren que el voto del señor Cayo es mucho más difícil de conseguir de lo que habían pensado. Se pierde contra Estudiantes, Burgos y Cartagena y se gana, sin convencer, a Morón. Gonzalo empieza a poner parches. Aunque suene fatal, las lesiones de Leimanis y Tomeu ayudan a compensar la estructura de la plantilla. Se gana con muchas dificultades en Valladolid y San Sebastián, a Tizona en casa y, de manera convincente, en Zamora y al Cantabria. Con el equipo en línea ascendente, a punto de enfrentarse en siete días a tres candidatos al ascenso directo, llegan Balvin y Rati. Dos jugadores para posiciones que ya tenías cubiertas. Dos jugadores que, por un lado, aportan recursos diferentes, pero por otro, te generan un problema de rotaciones y te obligan a modificar la forma de jugar.
Sin tiempo para entrenar, se perdió en Palencia, se ganó a Betis y se perdió con Fuenlabrada. Regresó Álvaro Muñoz (él si tapaba un agujero en el puesto de 3). Con un calendario menos exigente, era el momento de, por segunda vez, reconstruir; pero el club decidió «no con Gonzalo» y el equipo tocó fondo. Se perdió en Castellón y, en copa, en Valladolid. Y, ya con Félix Alonso en el banquillo, probando nuevas estructuras como juntar a Balvin y a Stevic en pista, se perdió también frente a Ourense y Alicante.
Y la historia se repitió. El calendario dio un respiro. Félix sumó horas de entrenamiento y Álvaro de pista. Las ausencias y lesiones de Rati, Nacho y Stevic, restaron recursos, pero compensaron la estructura de la plantilla. Se ganó a Valladolid (vuelta de la copa), y a Oviedo sin alardes y se vislumbró mejoría en Menorca. Al menos durante muchos minutos de la primera parte, la defensa fue muy buena (Oviedo no metió, pero Menorca no consiguió buenos tiros) y el equipo fue capaz de encontrar a Balvin cerca del aro.
Como ocurrió en las cinco victorias consecutivas cuando era Gonzalo quien reconstruía y tocaba enfrentarse a Palencia, Betis y Fuenlabrada, serán Betis el viernes y, de clasificarnos, Burgos o Cartagena el sábado, quienes nos marquen en qué punto de la línea ascendente estamos. Pero, sea cual sea el resultado, después de tanta disrupción, lo importante no es dónde estemos en enero, sino hasta dónde nos lleve esa línea ascendente en mayo.
La Primera FEB es, con perdón, jodida como el señor Cayo. Dejemos trabajar a Félix Alonso. En beneficio de todos, procuren no empujar.