La oposición achaca a la «incapacidad» de Fole la pérdida de Luz Salgada
Arousa
El Partido Socialista ofrece su apoyo al gobierno local en la búsqueda de una solución que no hipoteque Vilagarcía
27 Jan 2013. Actualizado a las 06:59 h.
Incapacidad. Fracaso político. Ambos términos salpicaron ayer las reacciones de la oposición ante las explicaciones que, un día antes, había ofrecido el alcalde, Tomás Fole, sobre la exigencia de la Secretaría de Estado de Turismo a Vilagarcía para que devuelva los 5,9 millones del crédito de Luz Salgada y los tres millones correspondientes a los intereses que, según los cálculos de Ravella, ese dinero habría generado desde que fue concedido en mayo del 2006.
Los grupos de la oposición municipal concuerdan a la hora de destacar que Fole lleva casi dos años al frente de la alcaldía y que ha tenido tiempo más que suficiente para solucionar este tema. Pero, más allá de esta coincidencia en el fondo, cada uno de los partidos tiñe con sus propios matices el análisis de la cuestión.
El principal grupo de la oposición, el socialista, ha decidido adoptar una actitud responsable y ha brindado «todo o seu apoio» al Concello a la hora de buscar soluciones a un problema que compromete incluso la viabilidad económica de Vilagarcía. Su argumento, compartido con el alcalde, es que el reintegro del dinero de Luz Salgada «colocaría as arcas municipais nunha moi difícil situación», así que ofrecen su colaboración para que esa amenaza no llegue a consumarse. El Partido Socialista espera una flexibilización del ministerio, atendiendo a los informes de la Intervención municipal y a la difícil situación económica que atraviesan las Administraciones en general y la vilagarciana en particular.
De todos modos, los socialistas recuerdan que el primer escrito que el gobierno de Tomás Fole envió al ministerio sobre este tema data de septiembre del año 2011, tres meses después de su llegada a la alcaldía, pese a que sabía que el plazo finalizaba en mayo del 2012. Desde esas fechas, dice, no se vuelven a hacer más gestiones hasta abril del año siguiente, a un mes de que ese plazo expirase. Con estos datos a la vista, la formación del puño y la rosa cree que «o alcalde contaba que a chegada do Partido Popular ao goberno do Estado lle ía facilitar a resolución do problema xurdido pola non construción do párking de Fexdega, e non moveu un papel durante sete meses».
Por su parte, el BNG destaca que el gobierno del Partido Popular tuvo oportunidades de solucionar este problema y no las aprovechó. La de Luz Salgada es, para María Villaronga, una «operación política fracasada», máxime cuando tanto el Gobierno de Madrid como el de la Xunta son del PP igual que lo es el local. Buscar una salida es, recalca el grupo nacionalista, competencia de Fole, que debe «exercer de xestor, que é o que non fixo nese tema».
En el caso de Esquerda Unida, su portavoz, Juan Fajardo, recordaba ayer que fueron el único grupo que en su momento, en el 2006, se opuso a este proyecto. El tiempo, dice, ha demostrado que estaban acertados. Claro que eso no es óbice para que esta formación haga hincapié en lo que califica como «falta de capacidade de xestión» de Fole, ni tampoco para que critique que «aquí hai unha decisión que é a de sempre: coller cartos dos impostos de todos para devolverllos aos bancos que recibiron diñeiro público». A su juicio, no se puede decir que puede que haya que reducir servicios públicos cuando «van vir Rajoy e o Rey, van saír voltas ciclistas de bateas, todo iso xestionado polo Partido Popular».