La Vilagarcía que funciona y exporta a tres continentes

Francisco Conde se deshizo ayer en elogios sobre la trayectoria de Thune Eureka. El conselleiro de Economía e Industria participaba, junto a una amplia comitiva autonómica y al alcalde de Vilagarcía, Tomás Fole, en una visita a la ampliación que la empresa radicada en Bamio ha ejecutado en plena crisis. Su reacción no podía ser más lógica. En un tiempo en el que los pilares que la economía gallega creía inamovibles -las cajas, el Banco Pastor, multinacionales como Pescanova- se desmoronan, una pequeña pero bien dimensionada compañía de capital propio es capaz de invertir 2,5 millones de euros para dotar a sus instalaciones de 1.400 nuevos metros cuadrados de actividad, consolidando una plantilla de 70 empleados. Lo hace, además, en un ámbito que genera músculo laboral y para el que la comunidad galaica necesita un verdadero gimnasio: la industria.

«É un exemplo de como facer ben as cousas e de contribuír a fixar tecido industrial en Galicia», subrayó Conde, haciendo hincapié en uno de los factores que explican el éxito de Thune Eureka: su decidida apuesta por la exportación. La orientación hacia el mercado exterior, en el que coloca el 98 % de su producción (Noruega, Alemania, EE. UU, China) es, junto a la reinversión y a la formación permanente, el mantra con el que el director y principal accionista, Manuel García, y su equipo han conseguido sobrevivir a la caída del gigante noruego Kvaerner, recuperando la fábrica para el capital gallego, y seguir operando con solvencia en un contexto enormemente competitivo: la fabricación de bienes de equipo, con especial atención a las industrias del papel y la extracción del petróleo.

Su presencia en Bamio, que se remonta a 1973, parece garantizada no solo por su comportamiento en el mercado, sino también por los 6.000 metros cuadrados de superficie que Thune Eureka posee en su mismo emplazamiento, susceptibles de acoger futuras ampliaciones.

Sin noticias sobre Alfageme

El conselleiro tuvo también palabras para un ejemplo bien diferente: el fiasco del grupo conservero Alfageme y el porvenir de sus naves en Vilagarcía y Ribadumia, que la Xunta debe decidir. Por ahora, apuntó Conde, no ha surgido ningún comprador.

crónica visita a la ampliación de thune eureka

El fabricante de bienes de equipo coloca el 98 % de su producción en el extranjero