El tren que unirá Vilagarcía y Santiago en 16 minutos iniciará su andadura en abril

La cuenta atrás para la apertura del nuevo Eixo Atlántico ferroviario ha comenzado. Fuentes de Renfe confirmaron ayer que el Ministerio de Fomento maneja los meses de marzo o abril para su entrada en funcionamiento. Antes, en cualquier caso, de que la normativa que restringe la tentación de echar mano de las inauguraciones en época electoral -ahí están los comicios municipales- demore los plazos. El tren que recorrerá las vías del principal trazado gallego será un modelo Avant, completamente electrificado, que permitirá que Vilagarcía, situada en su punto medio, agilice su comunicación con A Coruña y Vigo, recortando los tiempos de viaje a 43 y 29 minutos, respectivamente. Así se desprende de la última visita que la titular del departamento estatal realizó a la capital arousana y a Pontevedra. El equipo de Ana Pastor cifró entonces en 1 hora y 10 minutos la duración del desplazamiento entre las dos mayores ciudades de Galicia, situadas en los extremos de la línea.

La electrificación del entorno de la estación de Vilagarcía está, de hecho, prácticamente finalizada. El tendido que alimentará el ferrocarril discurre por las catenarias, las espigadas estructuras verticales que pueden observarse ya a lo largo del trazado.

Con las previsiones en la mano, es fácil comprobar la mejora que experimentará el servicio. En estos momentos, el trayecto más breve entre Vilagarcía y Pontevedra exige 17 minutos, que se convierten en 31 hacia Santiago, 47 a Vigo y 1 hora y 6 minutos con respecto a A Coruña. La comunicación con Compostela se recortará a la mitad, pasando a tan solo 16 minutos, mientras que la optimización de las posibilidades del nuevo tendido permitirá restar un par de minutos en los desplazamientos a Pontevedra, por debajo del cuarto de hora.

El germen de las cercanías

La titular de Fomento se ha referido en alguna ocasión a la posibilidad de implantar en Galicia un servicio de cercanías del que disfrutan metrópolis como Madrid y Barcelona, pero también Cádiz, Málaga, Murcia y Alicante, Santander, Bilbao, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Santander, Zaragoza o la propia Asturias, cuya red es magnífica. La diferencia con la consideración de media distancia que hoy por hoy tienen todos los trenes galaicos no solo se plasmaría en una mejor comunicación entre ciudades, sino también en una sustancial reducción de precios.

Todo indica que el germen de este proyecto prendería en la línea Vilagarcía-Santiago, la primera de toda Galicia, la misma que construyó el abuelo de Camilo José Cela y sigue en funcionamiento. Las mismas fuentes explican que el ministerio sopesa ahora cambiar su criterio para hacer convivir este antiguo trazado, y por tanto las paradas de Catoira y Cesures, con el que comenzará a funcionar en abril.