Irene Sánchez regresa al recién ascendido Castellón para impulsar su carrera en División de Honor

«La llamada del Castellón me sorprendió. Me alegré un mogollón. Es una oportunidad para relanzar mi carrera». Irene Sánchez Rodríguez (O Grove, 8 de Abril de 1994) se mostraba ayer exultante ante la confirmación de su fichaje por el conjunto levantino. El mismo que la había incorporado al término de aquel histórico Campeonato de España Cadete del 2009 en el que el Rasoeiro se colgaba la medalla de bronce y su guardameta recibía el premio a la mejor portera de la fase final. El Castellón en el que Irene Sánchez confía volver a materializar aquel potencial que mostraba en su etapa de formación, y que se ha acordado de ella para su primer proyecto en la División de Honor, la élite del balonmano femenino español que la meca tan bien conoce tras sus dos campañas en el Atlético Guardés y la que se ha pasado en los últimos meses como jugadora del Porriño, con un séptimo puesto final de Liga. Y entre uno y otro equipos, una campaña en el Seis do Nadal de D.H. Plata.

Con 16 años Irene Sánchez iniciaba en Castellón una temporada y media de ensueño, en la que se entrenaba con su conjunto de la segunda categoría nacional y alternaba en sus convocatorias de Liga con otra compañera juvenil. Incluso era titular en la selección valenciana. Hasta que se rompió una rodilla, el 7 de enero del 2012. Dos meses después pasó por quirófano, y la siguiente temporada en blanco.

Repescada por el Atlético Guardés, Irene Sánchez, hija y sobrina de los dos porteros con más solera en la historia del Rasoeiro, vivió en el hoy club campeón de la División de Honor sus dos primeras temporadas en la élite, y su estreno en competición europea, en la E.H.F. Ahora, tras su paso por el Seis do Nadal y el Balonmano Porriño, la arousana se muestra ilusionada en que, al fin, «me salga una buena temporada, para continuar en Castellón, o en otro equipo» de primer nivel.

A su favor, Sánchez cuenta con ser, de momento y por la información que maneja, la única jugadora en el plantel del Castellón con experiencia en la División de Honor, donde se estrena el club. Un equipo que, apunta, «estuvo 5 años jugando la fase» hasta que la reciente primavera al fin consiguió el premio a su persistencia.

Ayer Castellón seguía pendiente aún de firmar a una tercera portera tras la marcha de Noemí Pérez. «Era la veterana y la titular, coincidí con ella en mi etapa en la base», recuerda Irene. No obstante, con la experiencia reciente de Porriño, donde se repartió los minutos con Susi tras la tempranera lesión de gravedad de Iris, Sánchez no da ni remotamente por hecho «que sea la primera portera del Castellón». Sabe que eso solo se gana en el día a día. Pero tras cinco años de duro aprendizaje, la meca cree conocer el camino para hacer realidad su hoy gran anhelo: «Lo que quiero es jugar».

La exinternacional que cree estar ante su gran oportunidad

«Tuve más ofertas, sobre todo en Plata, pero no lo dudé». Castellón era la plaza que Irene Sánchez necesitaba encontrar a estas alturas de su camino deportivo. «Yo si voy allá es porque tengo ganas de marchar. Allí tuve mogollón de oportunidades, la selección. Estuve cómoda, conozco a la gente», declara la portera de O Grove. Un conjunto de factores determinantes cuando siente que lo más importante en este momento de su vida es «estar cómoda en un equipo de una vez. No podía dejar pasar la oportunidad».

Aún se acuerda Sánchez de que fue su paso por la portería de la selección de Valencia a raíz de su trabajo en la cantera del Castellón la que llevó a Sagrario Santana, seleccionadora española júnior en el 2014, a convocarla ya como jugadora del Guardés al 4 Naciones, frente a Francia, Hungría y Alemania, y a la clasificatoria para el Mundial, titular Irene ante Bulgaria y jugando también con Alemania. Experiencia que hace 2 años le abrió las puertas del programa de seguimiento de potenciales nuevas guerreras de la absoluta.