«Colón era hebreo y nació en A Moureira»
Arousa
En su libreo "El hebreo que descubrió América" el pontevedrés Pedro de Lorenzo y Macías refuta teorías como las que asocian al navegante con Pedro Madruga: «Es una quimera»
07 Apr 2018. Actualizado a las 05:00 h.
A pesar de haber estudiado en el monasterio de Poio, «donde terminé filosofía», Pedro de Lorenzo y Macías (Pontevedra, 1947) no fue aquí donde descubrió la tesis del origen gallego de Cristóbal Colón, sino que lo hizo «cuando era un traviesillo y, estando por el barrio de As Corbaceiras, había un marinero que nos llevaba hasta A Puntada. Siempre nos decía que ‘na Santa María naceu Colón e os seus país naceron aquí, na Moureira’».
Aquello despertó su curiosidad y le llevó a explorar toda clase de documentos hasta llegar a la conclusión de que, «por la filosofía hebrea de que la mujer va a la casa del marido, posiblemente Colón nació en A Moureira». Con respecto a la teoría que señala a Portosanto, en Poio, como la cuna del navegante, Pedro de Lorenzo sostiene que es consecuencia de una confusión derivada del hecho de que «lo han estudiado por fuera, no han estudiado su filosofía, el medio en el que vivió... Por lo pronto, por entonces no existía la provincia de Pontevedra, había siete diócesis, de tal modo que Madruga pertenecía a la de Vigo y Colón a la de Santiago. Hay un documento que recoge que Domingo Colón, el Joven, quemó unas casas en Pontevedra y este sea probablemente sea el padre de nuestro hebreo», añade refiriendo la tesis que plasma en su libro El hebreo que descubrió América.
El que, supuestamente, profesase esta religión, según apunta, no impidió que Colón celebrase la festividad de la Virgen de la O, porque, «por un lado, es la patrona de Pontevedra y, por otro, la mujer embarazada para los hebreos era alegría, era la esperanza y el regalo de la vida. Eso explica que un judía venerase a una mujer embarazada».
Lo que sí contradice este autor es a todas aquellas voces que asocian la figura del descubridor con la de Pedro Madruga: «Es una quimera como la de que es genovés. No es que lo refute yo, es que lo están refutando por todo el mundo porque no son viables los datos históricos. A modo de ejemplo, en 1479, Pedro Madruga asola Pontevedra y mata a Tristán de Montenegro y en ese mismo año, en Lisboa o Portosanto, una isla que está en archipiélago de San Jorge de la Mina (Madeira), con certeza nació su hijo Diego de Colón y, años después, murió su esposa Filipa Moniz».
Revisando su teoría surge la duda de si una reina como Isabel la Católica, quien el 31 de marzo de 1492 se dice que firmó el edicto de expulsión de los judíos de España, financiaría la expedición de un hebreo. Pedro de Lorenzo tiene claro que la respuesta es afirmativa: «La mayoría de los consejeros que tenía Isabel la Católica eran hebreos conversos. Es algo que documentó muy bien Celso García de la Riega». De hecho, está convencido de que, de seguir viviendo el historiador, este terminaría compartiendo su misma teoría.
Del sureste italiano
Haciendo referencia a las investigaciones de Consuelo Varela Bueno, insiste en que entre el navegante y la reina tenía que existir «algo de complicidad».
De igual modo, tiene claro que Colón ya conocía la existencia del continente americano antes de partir del puerto de Palos, en Huelva, el 3 de agosto de 1492. Mantiene que los antepasados del navegante tienen su origen, no en Génova, sino en lo que fue la República Amalfitana, una zona costera del sureste italiano: «Eran corsos, piratas... Constituyeron la orden hospitalaria de San Juan de Jerusalén y en el siglo XI viajaron desde la isla de El Hierro hasta América del Sur y trajeron esclavos, plata y oro que introdujeron por San Jorge de la Mina».
En este punto, remarca que el mapa utilizado en esta travesía le sería entregado a Colón por Abraham Zacuto, «uno de los personajes más importantes del siglo XV», en la ciudad de Salamanca en 1486. «¿Un judío como Zacuto le entregaría a un cristiano un mapa tan valioso?», se pregunta, al tiempo que alude al hecho de que en el viaje, también, se empleó el mapa de Cresques. Este fue elaborado por Abraham Cresques con la colaboración de su hijo Jafudá con la idea de reflejar una «imagen de todo el mundo y de todas las regiones que hay en la tierra y los diferentes pueblos que la habitan».
Pedro Lorenzo aclara que utiliza el término de hebreo para referirse a Colón y no el de judío porque, mientras estos últimos siguieron la tradición de Judá y de Benjamín, los primeros hicieron lo propio con la de Abraham. Defiende que los que se establecieron en Pontevedra eran antepasados de Leví, una de las doce tribus que, según la tradición, descienden de Abraham y que eran los custodios del templo de Salomón en Jerusalén.
Es por ello que el autor de El hebreo que descubrió América se muestra convencido de que la expedición de 1492 tenía como uno de sus objetivos el encontrar el legendario tesoro de Salomón. «Siempre se consideró el elegido por Jehová para unificar las doce tribus, porque creía que si no las reunificaba, no podría conquistar América».