Consternación en Vilagarcía por el fallecimiento de Helena Mariño

Uno de los múltiples mensajes de WhatsApp que circularon por los móviles una vez se conoció la muerte de Helena Mariño decía que ella y Siña son la esencia del Cortegada. Es probable, pero hay más ejemplos. Lo que sí es seguro es que hace años que las camisetas con el doce de Siña y el ocho de Helena deberían estar colgadas en el techo del pabellón Miguel Ángel González. Es importante ser muy consciente de dónde vienes para tener claro hacia dónde vas. Y el Cortegada viene de aquel pabellón de Carril que tantas y tantas veces sudó Helena. No era la más alta, ni la más rápida, ni la más fuerte. Todas esas carencias las suplía con una inteligencia por encima de la media y con la cultura del esfuerzo como santo y seña para saber levantarse de los numerosos golpes que también la vida le fue arreando. Helena viene de aquel Cortegada en el que se sabía a la hora a la que empezaban los entrenamientos pero no a la que acababan, porque las llaves del pabellón las tenía Miguel Ángel Ortega y aquello se terminaba cuando él decidía. La cultura del esfuerzo, que llevó a Helena y a sus compañeras a poner a Vilagarcía en el mapa del baloncesto de élite por primera vez. Siempre sabiendo cuál era su rol. Cuando era titular contra el Pío XII o cuando formaba parte de la plantilla que jugó la Eurocup, pero en la que tenía una presencia en la pista testimonial. «Fue una bonita forma de acabar mi carrera. Tantos años trabajando merecían probar, aunque fuera desde el banquillo, la experiencia de disputar una competición europea. Aplacé un poco más la retirada por eso. Y lo que no gané económicamente lo compensé por poder conocer tantas ciudades, que para mí es muy enriquecedor», recordaba hace unos años en La Voz.

Luego, Helena se desvinculó del Cortegada, pero no del baloncesto. Dirigió la delegación arousana y más tarde recaló en el Giraldo CB Vilagarcía, donde en estos últimos años ha hecho de todo y encontró una gran familia rosa. Entrenadora, directiva e imprescindible en la organización de la Vilagarcía Basket Cup.

También tuvo su paso por la política, Helena. Formó parte de la lista del BNG en las municipales del 2011 y tomó posesión como concejala unos meses más tarde en sustitución de Ana Lorenzo. 

Su muerte ha causado una enorme consternación en Vilagarcía y los mensajes a través de las redes han sido continuos: «Triste pola nova do falecemento de Helena Mariño, deportista partícipe dunha das mellores épocas do baloncesto vilagarcián, ademáis de ser exconcelleira na Corporación Municipal.O meu cariño cos seus familiares e amigos» escribió el alcalde Alberto Varela. «O BNG expresa a súa máis profunda condolencia polo pasamento da compañeira Helena Mariño Souto e transmite o seu apoio e afecto á familia, amigas/os e a toda a súa familia deportiva e nacionalista. Foi concelleira polo BNG no Concello Vilagarcía de Arousa dende 2012 ata 2015, amante do baloncesto, xogadora do AD Cortegada e entrenadora e coordinadora do CB Vilagarcia. O BNG Vilagarcía queda orfa porque marcha unha das imprescindibles», apuntaron sus compañeros. Mensajes de condolencia que se multiplicaron con clubes de toda Galicia, incluso de otras especialidades deportivas como el Atlético Arousana, mostrando sus condolencias. Sus restos será incinerados en la más estricta intimidad familiar.