Hipoterapia, un paso adelante en O Salnés para las personas con discapacidad

El material que recibió esta semana el club de equitación DL Dressage Team, ubicado en Vilagarcía de Arousa, está permitiendo mejorar en O Salnés el acceso y disfrute de los beneficios del apasionante mundo de la equitación a personas con discapacidad. El equipamiento adaptado ha sido donado por la asociación Aspais y la fundación Amencer, dos entidades que marcan como objetivo común alcanzar la integración social de las personas con discapacidad.

El centro dirigido por Daniel Louzán trabaja desde sus inicios con niños con trastorno de espectro autista (TEA), síndrome de Down, asperger y discapacidad física severa, por lo que contar con material adaptado a las necesidades de estos niños es clave para lograr su autonomía a la hora de montar, pero sobre todo, para su bienestar en general. «A finalidade da escola é a competición e a doma clásica, pero sempre fixemos equitación con terapia a pesar de que non é a nosa base», comenta Daniel Louzán.

El centro ha entendido que la terapia rehabilitadora con caballos, conocida como hipoterapia, es una vía clave, ya que «todos os nenos cos que traballamos melloraron moito», explica el entrenador. «Melloran moitísimo o equilibrio, como todos os que galopan, pero estes nenos parecen ter un sexto sentido, e a nivel corporal collen moita sensibilidade e coordinación, pero ademais melloran a autoestima», añade Louzán.

Conscientes de la situación económica de estas familias, la clases que ofrece la escuela a estos niños tienen el mismo precio que cualquier otra, a pesar de que tengan que redoblar esfuerzos. La escuela tiene que adaptarse a las necesidades de cada uno de los casos y, para ello, contar con un material adaptado es un pilar fundamental para que la terapia funcione. «Tíñamos algún material adaptado a modo caseiro, non ten nada que ver co equipo novo, é un gran avance», explica. Un material que, tal y como indica Lúa Piñeiro, gerente de la asociación Aspais, ha supuesto un gran esfuerzo para las entidades donantes ya que «só a silla tiña un custo de entre 500 e 1.500 euros».

La decisión de realizar esta donación se tomó en el momento en el que Lúa Piñeiro conoció a Dani Louzán y se quedó sorprendida con su trabajo. «Contoume un caso dun neno de tres anos que lle diagnosticaran unha enfermidade pola que estaba destinado a non camiñar de por vida e en ano e medio, entre el o traballo colaborativo cos fisios, o neno anda perfectamente, todo isto grazas ao traballo que fan. Cando me empezou a contar os casos que tiña pareceume algo moi interesante e no que era necesario botar unha man», comenta la gerente de la asociación Aspais.

De este modo, y gracias a la colaboración de la fundación Amencer, el club de equitación no solo está galopando hacia la integración de las discapacidades, sino que también ofrece una segunda oportunidad.