El maravedí tramposo de Cortegada

El pasado fin de semana, uno de los voluntarios de Greenpeace que desembarcaron en Cortegada para realizar una acción medioambiental se sentó a descansar en una zona próxima a la capilla. Algo que asomaba entre la tierra llamó su atención: arañó un poco la superficie y extrajo una vieja moneda. Y tan vieja: se trata de una moneda de ocho maravedís fechada inicialmente en 1624 y reacuñada en 1641 en Madrid. Significa esto, explican desde la dirección del Parque Nacional Illas Atlánticas, que fue una moneda devaluada por orden real. Esa práctica del resellado, señalan desde ese mismo departamento «era unha especie de estafa á sociedade. A modo de exemplo, cando un cidadán entregaba as súas moedas, por exemplo cen marabedís, recibía a metade das moedas pero reseladas polo mesmo valor. A metade que non se lle entregaba ao cidadán era empregada polo Estado».

La pieza ha sido entregada a la Consellería de Cultura para que «realice as pescudas oportunas a fin de achegar máis información histórica sobre este achado». Es cierto que no se trata de una moneda especialmente rara: todo lo contrario, se pueden encontrar con relativa facilidad ejemplares parecidos. Sin embargo, esta pieza sí que está revestida de importancia a la hora de reconstruir la historia de Cortegada, según explica el director del Parque Nacional, José Antonio Fernández. «Para nosotros, es un hallazgo muy interesante porque, en primer lugar, parece indicar que Cortegada era un punto con movimiento económico en el siglo XVII». Para comprobar cómo era la isla en aquel momento sería necesario seguir buscando, algo que desde el Parque Nacional están dispuestos a hacer, utilizando incluso un detector de metales que permita realizar nuevos descubrimientos con los que llenar las lagunas que «siguen existiendo en la historia de Cortegada, que es como una píldora en la que se condensa la historia de España».

El hallazgo de esta moneda de hace 400 años no es el único que se ha realizado en los últimos meses en la isla vilagarciana. A lo largo del año pasado se descubrieron dos cuncheiros —antiguos depósitos de desperdicios que dan muchas pistas a arqueólogos e historiadores—, y el trabajo desplegado por las brigadas de Bata en la aldea han permitido descubrir un canalón de piedra que formaba parte del sistema de aguas, así como varios aperos de labranza que estaban semienterrados bajo una capa de maleza y tierra. El año pasado, también, se conoció el resultado de un estudio del Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüidade e Territorio da Universidade de Vigo sobre unas ánforas halladas hace décadas en aguas próximas a la isla de Cortegada. El trabajo de este equipo de expertos permitió identificar aquel recipiente como un ánfora tipo Dressel 2-4, producido en el norte del continente africano —presumiblemente en la zona del actual Túnez— entre el siglo I antes de Cristo y finales del siglo I d.C. Fue esta una noticia relevante para los estudiosos de la historia: es el primer ánfora de este tipo fabricada en África y documentada en territorio gallego.

«Este tipo de hallazgos demuestran que Cortegada fue durante un largo período un centro de intercambio comercial importante», señala José Antonio Fernández, que recuerda que la isla se empleó tanto como puerto como punto de parada de los expedicionarios que a lo largo de la historia —romanos, vikingos— iban y venían por la ría de Arousa y el Ulla arriba, rumbo, entre otros lugares, a Santiago.

«Muchas sorpresas más»

Los responsables de Illas Atlánticas están convencidos de que «Cortegada aún nos va a dar muchas sorpresas y muchas alegrías». La más pequeña de las Illas Atlánticas es también la más desconocida, la que más historia tiene por descubrir, la que tiene un camino más largo por recorrer como motor económico.

En ese sentido, este año Xacobeo será importante para dar un empujón a la isla. Un empujón bien medido, explica el director del parque, ya que no se busca, ni siquiera se desea, que este rincón de la isla de Arousa acabe masificado, convertido en un producto para el consumo de masas.

«Para este año tenemos muchas cosas pendientes», explica el director de Illas Atlánticas. En la agenda está, por ejemplo, continuar con las retiradas de eucaliptos. Además, se va a poner en marcha un proyecto que será ejecutado con Bata para «revivir» parte de la aldea de Cortegada. «Y esperamos que la Consellería de Cultura inicie este año el proyecto de la capilla», que permitirá dotar a la isla de un espacio para realizar actividades culturales, reuniones, y otro tipo de eventos de carácter comunitario.