El consumo de agua del día de San Roque en Vilagarcía fue el menor desde el 2015

Paradójico aunque explicable —en las jornadas de lluvia el consumo acostumbra a descender— el ahorro de agua experimentado por Vilagarcía de Arousa durante este martes de San Roque parece marcar el rumbo del futuro para una de las fiestas más populosas del calendario veraniego en Galicia. Concluida la Festa da Auga, la empresa que gestiona el sistema de abastecimiento de la ciudad, Espina & Delfín, explicó que, lejos de aumentar, el gasto en el conjunto de la jornada había descendido en 914.000 litros con respecto al balance del día anterior. Esto es algo que no había ocurrido en la capital arousana en los siete años anteriores.

El volumen hídrico asociado a la Festa da Auga se calcula en Vilagarcía atendiendo a la diferencia de consumo entre los días 15 —víspera de San Roque— y 16 de agosto, fecha en la que, desde hace cuarenta años, se activa la zona húmeda como colofón a la procesión del santo. Aunque en ciertos momentos esta diferencia osciló entre los 800.000 y el millón de litros de agua, la celebración ha ido experimentando importantes oscilaciones con el paso del tiempo, hasta dibujar una tendencia hacia la contención.

Antes de lo ocurrido este martes, el menor consumo se había dado en el 2016, cuando la Festa da Auga empleó 354.000 litros. Prácticamente la mitad que el año anterior. El fenómeno se invirtió en el 2017, cuando el gasto se disparó hasta los 851.000 litros, el mayor de la secuencia estudiada. Durante la celebración del 2019, la última antes de que se desencadenase la pandemia del coronavirus, el volumen de agua volvió a moderarse. Aunque no llegó al suelo del 2016, sus 513.000 litros quedaron por debajo del balance del 2015.

El consumo general del día de San Roque —es decir, el que computa el agua empleada a lo largo de sus 24 horas, no únicamente en el lapso en el que se desarrolla la Festa da Auga— arroja también un buen registro. Con 8.447.000 litros, es el segundo menor de los últimos siete años. Solo el 16 de agosto del 2015 mostró un balance más contenido: 8.182.000 litros.

Aunque la tendencia anterior a la pandemia establecía un consumo diario medio de diez millones de litros en verano, por lo que respecta a los días centrales de agosto las cifras se mueven por debajo de ese volumen. No es extraño que durante el día de San Roque se vaya por encima de los nueve millones de litros. Sucedió en el 2016, el 2017 —el que más de los últimos siete años, con 9.344 litros— y el 2019. En toda esta secuencia existen tres ejercicios en vacío. Dos de ellos son los que corresponden a los veranos del 2020 y el 2021, en los que la pandemia impidió que se llevase a cabo la Festa da Auga. El restante se remonta al 2018. Una avería alteró por completo los registros sobre el gasto, impidiendo su comparación.