Varela afirma que la Xunta retrasó adrede la decisión sobre la jornada continua del IES O Carrril

La decisión de la Xunta de Galicia de denegar la posibilidad de implantar la jornada continua en el IES O Carril mereció ayer una valoración de Alberto Varela, el alcalde de Vilagarcía. El regidor apuntó su disgusto tanto por el fondo de la cuestión como por la forma. Y sobre esto último lanzó su sospecha de que el gobierno gallego ha esperado a que pasaran las elecciones europeas para notificar su decisión a la dirección del centro vilagarciano. Varela Paz lanzó sus dardos contra Elena Suárez, diputada autonómica del Partido Popular cuando la comisión de Educación propuso ese cambio organizativo. Suárez había alabado en su momento la rapidez del Gobierno gallego para solventar el problema que había surgido con el transporte escolar y que obligaba a parte del alumnado del centro escolar carrilexo a regresar los martes por la tarde al instituto prácticamente con la comida en la boca por los horarios del transporte escolar.

Es precisamente la solución de ese problema con lo horarios de autobús la justificación que utiliza la Xunta en la resolución que ha enviado a la dirección del centro para explicar su negativa al cambio de horarios. Alberto Varela pide a la concejala del Partido Popular que salga a la palestra para explicar la decisión, pero no guarda muchas esperanzas de que lo haga a tenor de las declaraciones que el regidor realizó ayer. «Supoño que calará como sempre», afirmó.

El alcalde de Vilagarcía va todavía más allá y expresa sus sospechas sobre la fecha en la que llegó la comunicación al centro, «cando pasaron as eleccións europeas», destacó. En este sentido, cabe recordar que la iniciativa que sacó adelante la comisión de Educación y que luego fue aprobada por unanimidad en el Parlamento de Galicia fue liderada por el socialista Julio Torrado. En ella, se instaba a la Xunta a que facilitara el cambio del IES O Carril a la jornada continua y a que hiciera todas las gestiones necesarias para que la empresa de transportes habilitar los medios que permitiese adecuar esos cambios. Era este el único requisito que faltaba en el mes de febrero, según apuntaron fuentes del AMPA, pero, al parecer, la firma de autocares no había puesto ningún reparo a esa posibilidad. La medida había sido aprobada tanto por el claustro de profesores como por el consello escolar, que representa al conjunto de la comunidad del centro, y cuenta también con el visto bueno del Concello de Vilagarcía. El silencio de la Xunta despertó el recelo de la comunidad escolar del centro, que ahora ha visto su solicitud denegada.