La Voz de Galicia

Julio Rey pasa página escogiendo el ambicioso proyecto del Céltiga

A Illa de Arousa

pablo penedo vilagarcía / la voz
Julio Rey, en un partido de la pasada temporada con su desde hace un mes ex equipo, el Arousa.

El ex capitán del Arousa se convierte en el fichaje estrella del equipo de Luis Carro

06 Jul 2023. Actualizado a las 05:00 h.

Mañana se cumplirá un mes desde que Julio Rey Abalo se despidiese del Arousa en medio de un baño de lágrimas en la sala de prensa de las oficinas de A Lomba. El capitán y estandarte del club vilagarciano desde su regreso a la casa arlequinada en el año 2016 había dicho basta, acusando a su hasta entonces entrenador, Luisito Míguez, de haber insultado gravemente a su madre, por lo que decidía no aceptar la oferta de renovación presentada por el propio técnico en su doble cargo de director deportivo. Con la afición arousista fracturada desde entonces y con más de un socio pidiendo sin éxito la dimisión del preparador de Teo, el destino de Julio Rey se había convertido para muchos aficionados locales en la incógnita del mercado estival de fichajes que más interés despertaba. La incógnita ha sido despejada.

De hecho, el nombre del próximo equipo de Julio Rey había dejado de ser una X hace unas dos semanas, cuando el mediapunta vilagarciano cerraba un acuerdo con el Céltiga. Dicho acuerdo permaneció en silencio, hasta que ayer acabó trascendiendo, confirmado por dos fuentes del entorno del jugador y el club isleño a este periódico.

Dos parecen haber sido los factores que han decantado a Julio Rey por el Céltiga, a pesar de tratarse de un equipo de Preferente Galicia, una categoría que solo había pisado en la campaña 2012/13, cuando siendo todavía juvenil de segundo año, emergió como si se tratase de un veterano en la primera plantilla del Arousa, transformándose en uno de los responsables de devolver al conjunto arlequinado a la Tercera División, promoción frente al Bertamiráns mediante. La proximidad geográfica es sin duda un aliciente para un futbolista que ha dado muchas muestras de su escaso interés por cambiar de aires desde su búsqueda infructuosa de un trampolín hacia el fútbol profesional en el RCD Espanyol, primero en su equipo de División de Honor Juvenil y al año siguiente, en su primera temporada sénior, en su filial en Tercera División, el Pobla de Mafumet.

El segundo elemento que se antoja determinante en la elección de Julio Rey es el ambicioso proyecto que la directiva del Céltiga ha confiado a Luis Carro. Tras una primera campaña de lo más satisfactoria, con un cuarto puesto final cuando el objetivo de partida era la permanencia sin apuros, el entrenador vilanovés volverá a dirigir el próximo curso, 2023-24, al primer equipo de A Illa de Arousa. Solo que esta vez la misión será codearse desde el principio en el grupo cabecero para pelear hasta el final por los siempre caros ascensos a la Tercera.

Un equipo plagado de ex canteranos del Arousa

Así, Julio Rey se encontrará con el mismo bloque que firmó el cuarto puesto final la pasada Liga de Preferente Galicia Sur, con los renovados Nucho y José Rey en la portería, Nico, Pablo González, Manu Bugallo y Javi Vidal en la defensa, Óscar, Pedro Delgado, Pablo Pillado y Giráldez en la medular, Lezcano y Álex Fernández en las bandas y Migui Sayar e Iago Davila en el ataque. Un potente puñado de futbolistas a los que se han sumado ya, en calidad de refuerzos, el central Javi Domingo, procedente del Boiro, Guille, que puede jugar en cualquier puesto de la segunda línea de ataque, del Umia, y el vilagarciano Álex Rodríguez, extremo izquierdo, que llega cedido del Arousa. A todos ellos y Julio Rey se les sumaba ayer a última hora de la tarde el delantero Jonás Caride, incorporado del Umia y con pasado en el Alondras, en una plantilla formada mayoritariamente por ex canteranos del Arousa.

A los mandos del Céltiga repite un entrenador apegado a una máxima sea cual sea su plaza de destino: empastar su sistema y un buen puñado de jugadores de calidad para, a partir de ahí, trenzar el juego manejando con criterio el balón, sin pausa pero sin prisas, hacia la portería rival. Una apuesta en la que la creatividad ofensiva de Julio Rey en la mediapunta parece encajar como anillo al dedo.


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