Sueldos y funciones de la plantilla de Cambados, otra vez a debate

La nueva etapa en el Concello de Cambados traerá cambios en la organización interna de la plantilla municipal. El cuatripartito se estrenó el lunes con un mensaje de tranquilidad a los trabajadores, entre los que abunda el personal interino y contratado. Somos Cambados decía en campaña que no iba a entrar como un elefante en una cacharrería, es decir, que si había cambio de gobierno no iba a moverse a ningún trabajador de su silla. Pero a nadie se le escapa que habrá novedades en las oficinas o en el departamento de obras. En mente de los miembros del gobierno está sacar a concurso las plazas que ocupa el personal interino, así como reorganizar los puestos en virtud de los criterios del cuatripartito a la hora de diseñar los servicios municipales. Los cambios no solo afectarán a aquellos que están en situación eventual. La controvertida Relación de Postos de Traballo (RPT), en la que se establecen las funciones y retribuciones de la plantilla local, también de los funcionarios, tiene los días contados.

Un litigio en los tribunales

El gobierno local confirma que elaborará una nueva RPT «máis xusta». No es de extrañar. PSOE y BNG votaron en contra del documento en pleno y los socialistas incluso lo llevaron a los tribunales con la intención de echarlo abajo. Podrían conseguirlo pues su demanda fue admitida a trámite y el juicio está fijado para noviembre. Pero una vez aupados a la alcaldía, los socialistas van a renunciar a la vía judicial y abordarán la cuestión por la vía política; es decir, redactando una nueva Relación de Postos de Traballo que, por cierto, también tiene detractores entre la plantilla municipal. Son los menos. Nueve trabajadores recurrieron ante los tribunales la propuesta que impulsó el PP y que aprobó en asamblea la mayoría de los trabajadores, con el refrendo de los representantes sindicales.

Una relación «a medida»

Alegan quienes se oponen al documento, que el PP hizo una RPT a medida, con el fin de afianzar privilegios laborales y salariales de los trabajadores afines. En su defensa, Luis Aragunde siempre defendió que el documento atiende las demandas de la mayoría de la plantilla, que era reclamado por la oposición y atribuyó las críticas a motivaciones políticas. No será el único litigio abierto por el PSOE, de los muchos que propició durante su etapa en la oposición, que se quedará en el camino. La alcaldesa, Fátima Abal (PSOE), ya ha dicho que va a empezar el mandato haciendo borrón y cuenta nueva. «Desde cero», apuntó, y esto implica cambiar de rumbo y alejar la política de los juzgados.

El PP, por su parte, está dispuesto a esperar los cien días que marca la cortesía política antes de pedir cuentas al gobierno, según apuntó Aragunde en el traspaso de poderes del lunes, gesto que el cuatripartito «agradece», en palabras de su portavoz Xurxo Charlín.