Esperanza no pudo salvarse; echa el cierre tras 25 años ayudando a niños con discapacidad

La asociación de ayuda a personas con diversidad funcional Esperanza Salnés había anunciado que el 1 de diciembre cerraba definitivamente sus puertas por problemas económicos. El dinero no daba para más, pero algunos todavía albergaban la esperanza de que, como otras tantas veces, alguna institución saliese en su auxilio y evitase el fatal desenlace. Esta vez no fue posible y la asociación emitió hoy un comunicado de despedida que pone punto y final a casi 25 años de trayectoria. «El proyecto está agotado y en consecuencia ha llegado a su fin».

Los principales damnificados son los trece niños y chicos que estaban recibiendo terapia en este centro de ámbito comarcal, con sede en Cambados; además, cinco personas, cuatro terapeutas y el gerente-administrativo, se quedan sin trabajo y se han iniciado ya las gestiones para solicitar el concurso de acreedores «para poder afrontar los derechos laborales de los trabajadores, antes de que la situación empeore y se contraigan deudas con la Seguridad Social y Hacienda y que los males sean mucho mayores».

Del cierre se dio cuenta en una asamblea extraordinaria celebrada el 26 de noviembre, en la que la directiva presentó el estado de cuentas a los padres y se aprobó la liquidación «por falta de viabilidad económica».

«Ha pasado el momento de reproches ni debates estériles. Prefiero centrarme en los agradecimientos», apunta el gerente, Augusto Chaves, y son muchos: a las familias, al personal, a los colaboradores y a todas las entidades, públicas y privadas, que durante años contribuyeron económicamente y mediante la organización de eventos solidarios a la financiación de la entidad.

Mención aparte merece la administración, sin cuya implicación Esperanza nunca habría salido a flote; en esta nómina están la Xunta, la Diputación de Pontevedra, la Mancomunidade do Salnés y los concellos de Cambados, Meaño, Ribadumia y Sanxenxo.

«Sin querer hacer un ejercicio de soberbia, creo que hemos hecho una gran labor y que se nos echará de menos. Los afiliados tendrán que buscar un nuevo destino para sus hijos, probablemente gabinetes especializados de carácter privado —recordamos que nosotros somos una entidad sin ánimo de lucro—, lo que supondrá para estos un incremento muy notable a la hora de poder financiar las terapias», señala Chaves.

La presidenta Isabel Baliñas y madre de Xabi, uno de los usuarios más veteranos de Esperanza, pone cifras. Los 135 euros que pagaba por dos sesiones a la semana de logopedia y psicología para su hijo se convierten en 500 euros a la hora de recibir estas mismas terapias en un gabinete privado. Y lo peor no es el gasto económico, que está por ver que lo puedan asumir. «O peor é o problema que lle supón a estes rapaces os cambios, eles necesitan as súas rutinas».

Hoy es un día «triste» para Isabel, y seguro que también para toda la comunidad que formaba Esperanza Salnés, una de las asociaciones más veteranas de la comarca.

«O Concello de Cambados non podía facer máis»

«O Concello de Cambados non podía facer máis», señala el primer teniente de alcalde, Tino Cordal, tras conocerse la noticia del cierre de Esperanza. «Cando nós chegamos —el cuatripartito del 2015—, o Concello dáballe 7.500 euros, agora dámoslle 18.000 euros, máis o mantemento de todos os gastos do local». Se refiere el concejal al inmueble que ocupaba Esperanza Salnés en Os Pazos, cedido por el Ayuntamiento para este fin y cuyo destino habrá que definir en el futuro.

En la asociación valoran el esfuerzo realizado por el Concello cambadés a lo largo de un cuarto de siglo, no en vano, además de la sede, es el que más aportación económica ha hecho a su favor. Cordal lamenta este cierre y espera que la laguna asistencial que queda sea cubierta por la administración autonómica «que é a que ten as competencias».

La presidenta de la Mancomunidade do Salnés, Marta Giráldez, también expresó su pesar: «É unha mala noticia», indicó, sabedora de lo que supone para las trece familias de la comarca que utilizaban este servicio. La última aportación de la mancomunidad a Esperanza fueron 3.820 recaudados en un torneo de golf celebrado en agosto.