Castañas y trompos por San Martiño y un mes dedicado a su poeta de cabecera en el instituto Cabanillas

Graciano lleva muchos años asando las castañas en el instituto Ramón Cabanillas de Cambados, pero el magosto de ayer tenía algo especial. Fue el magosto del cincuenta aniversario del centro, una efemérides que en el instituto están celebrando por todo lo alto. Después del acto inaugural, casi institucional, del mes de octubre, se han embarcado en un amplio programa de actividades que se prolongará hasta final de curso.

Toda ocasión es buena para recordar la trayectoria de un instituto con mucha historia que forma parte de la vida de centenares de cambadeses y de la muchos más. Hubo un tiempo en que al Cabanillas acudían a estudiar el BUP y el COU de entonces chavales de Vilanova, Ribadumia, Meis, Sanxenxo, Meaño y hasta de O Grove, como hizo el hoy alcalde de esta localidad José Antonio Cacabelos. No fue el único político que salió de sus aulas. Allí estudiaron exalcaldes como Luis Aragunde, Manuel Vázquez y Salomé Peña y este aspecto no le ha pasado por alto a la organización del 50 aniversario, que ha preparado una mesa redonda para el 14 de diciembre con el fin de indagar cómo el instituto influyó, si influyó, a la hora de forjar vocaciones políticas. Será a las siete de la tarde en el auditorio de A Xuventude, y han sido convocados, además de los mencionados, Montse Prado, José Luis Costa Pillado, Alberto Gago y Tino Cordal.

Hasta entonces, la agenda de las bodas de oro aún deparará varias citas, todas relacionadas con el escritor que le da nombre al centro. El 22 y el 30 de noviembre recibirán a Xoán Antonio Pillado y Manuel Núñez para conocer más sobre la figura de Ramón Cabanillas y el día 24 lo hará su nieta Pitusa Cabanillas para intervenir en la radio escolar. El pasado miércoles, el instituto realizó una ofrenda floral ante la escultura del poeta situada en A Calzada con motivo del aniversario de su muerte y el 28 de noviembre se celebrará una ruta literaria por Cambados con su obra y biografía como hilo conductor.

Entre tanto, ayer tocaba mancharse las manos con las castañas pasadas por las brasas y degustar el tiramisú al estilo María Castaña elaborado por el chef Xan Galbán con la ayuda de Juan, Martín y Cayetana entre otros alumnos metidos a pinches. Galbán nunca le falla al instituto. Desde que pasó por sus aulas, a finales de los años ochenta, se considera parte de esta familia, en los momentos tristes y en los alegres, y ayer era uno de estos últimos. Tampoco falla la ANPA, que siempre está dispuesta a colaborar, sea en el magosto, sea instalando aparcabicicletas o una mesa de ping-pong. Víctor, su presidente, participó también ayer en la fiesta caldeada por el verano de San Martiño. Sonaba la música de gaita, Paula Suárez Gómez, una alumna del centro campeona gallega de ajedrez sub-16, ejercía de maestra de ceremonias en una partida simultánea con estudiantes mientras otros jugaban a la cuerda y al trompo en un ejercicio de nostalgia que le sirvió al instituto para recordar tiempos pasados y, a los alumnos, para descubrir cómo se divertían sus padres y abuelos. Nada que ver con el móvil que capitaliza su ocio hoy en día y que, ayer, como no, convivió con la tradición.

Cincuenta años dan para mucho y este curso 2022-2023 dará aún mucho que hablar.