Tecnología arousana para combatir el frío más intenso

Con el frío que hace estos días, más de uno habrá suspirado por tener en su armario una chaqueta capaz de inmunizar a quien se la pone contra el gélido entorno. Pues esa prenda existe. Trivi, una empresa de Cambados dedicada a la fabricación de ropas especiales, está a punto de sacar al mercado chaquetas con climatizador incorporado. La maña de los cambadeses a la hora de fabricar ropas de trabajo, sumada a las investigaciones realizadas por el Centro tecnológico de automoción de Galicia y Scio Innovatio Technologies, una firma coruñesa, han permitido hacer magia. Y así ha nacido una prenda ligera, en la que unos hilos de carbono «de alto poder calorífico» se convierten en una especie de escudo térmico. Quien se ponga la chaqueta de Trivi podrá elegir, a través de una aplicación en el móvil, la temperatura interior de la prenda, lo que le permitirá salir a la calle sin miedo a lo que diga el termómetro.

La chaqueta aún no está en el mercado, pero poco le falta. Aún así, el invento ha generado una gran expectación y ya han llegado a Cambados pedidos procedentes de distintos puntos de España, Portugal, Alemania, Francia Bélgica y Holanda. «Nos la pide gente de muchos sectores: desde profesores de esquí hasta gente que trabaja en fábricas», explica Juan Rubianes.

El director comercial de Trivi está más que satisfecho con la última novedad de su catálogo, que es amplio y está lleno de ropas pensadas para quienes trabajan en condiciones extremas, bien sean de frío, bien de humedad. A un público muy similar se destinan también las confecciones que salen de los talleres que la empresa Choiva tiene en Ribadumia. Esta firma también hace de la innovación su seña de identidad, y desde hace algún tiempo explora nuevas vías para hacer más confortable el día a día a quienes trabajan en el mar. «Estamos intentando hacer un badeador en el que la pierna y la bota no sean fijos, que sean independientes, para que se puedan adaptar a las necesidades de cada persona», explica Carlos Trigo.

Pero en Choiva la investigación también le planta cara al frío. «Estamos en la línea de aislar, no de generar calor», argumenta el responsable de una firma que exporta sus prendas, también, a medio mundo. Entre el 10 y el 12 % de su producción anual se vende fuera de España, y subiendo. Choiva acaba de desembarcar en Polonia y ya está haciendo prospecciones en otros mercados pontenciales.