Manuela muestra el trabajo y el talento de sus manos centenarias

Tiene cien años y el domingo inauguró su propia exposición. Es Manuela Duro González, una vecina de Valga que hasta hace poco se entretenía cosiendo, dibujando y haciendo manualidades y ahora protagoniza As mans centenarias de Manuela, que se puede ver hasta final de mes en el auditorio municipal.

Siempre le gustaron las labores y desde joven cosía, para los suyos y para los vecinos. Tan pronto se las apañaba haciendo unas zapatillas con un trozo de tela y una suela vieja como una chaqueta de ganchillo. «Hai quen non sabe nin coller unha agulla na man e non fai nada, pero a outras dánsenos ben estas cousas», comentaba Manuela el día que celebró su centenario, el pasado septiembre.

Pero la vida en el campo y el cuidado de la casa no deja demasiado tiempo libre y fue en la vejez cuando encontró el momento de cultivar su vocación. Cuando ya pasaba de los noventa, su hija la anotó a un curso de manualidades y allí encontró inspiración y aprendió la técnica para elaborar cuadros con telas, metales y arena y para decorar botellas y tejas como las que estos días se pueden ver en el auditorio.

Como otras tantas cosas, la pandemia interrumpió aquella rutina y Manuela acabó aparcando la aguja y el dedal. No obstante, conserva energía suficiente para acudir a la exposición a la que da nombre —la segunda en su vida—, que inauguró junto al alcalde, José María Bello Maneiro, y la concejala de Benestar Social, Begoña Piñeiro, y junto a su familia.

Su nieta Sonia habla de ella como una mujer trabajadora de la que heredó su amor a la costura, y no es la única de la saga que tiene talento para la expresión artística.

Manuela Duro es natural de Cuntis pero lleva casi toda su vida en Casal de Eirigo, donde formó una familia de cuatro hijos, trece nietos y diecisiete bisnetos junto a Ramón Rey García.