Un estibador de 45 años pierde la vida en el Puerto, arrollado por un elevador

Se llamaba Alberto Torrado, tenía 45 años y un largo vínculo con el Puerto de Vilagarcía. Su padre había regentado el bar Galicia, una de las tabernas que funcionan en el interior del recinto portuario. Su experiencia en las labores de la estiba -que desarrollaba contratado por la empresa de trabajo temporal Adecco, tras su desembarco en la capital arousana para suplir a la firma Randstad- era amplia. Ayer, un accidente mientras participaba en la descarga de un buque de aluminio, el Hendrik-S, de bandera noruega, le costó la vida.

Hacia las nueve y media de la mañana, el trabajador, vecino de Vilaxoán, era arrollado por una carretilla elevadora en plena maniobra, cuyo conductor no se percató de la presencia de su compañero. La gravedad de las lesiones que el vehículo causó al operario en sus extremidades inferiores se hizo evidente desde el primer momento, requiriendo la intervención de la ambulancia asistencial del 061. La fundación desplazó también hasta el muelle de A Comboa, lugar en el que se produjo el atropello, a un médico de atención primaria. Pero fue el helicóptero del servicio autonómico el que finalmente realizó el traslado del estibador al Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.

Horas más tarde, sobre las cuatro y media, sus compañeros conocían que Torrado acababa de fallecer en el complejo médico compostelano. Inmediatamente suspendieron su actividad mientras la Autoridad Portuaria manifestaba su pesar por el fatal desenlace. Un veterano trabajador de la estiba subrayaba, poco después, que tanto a la víctima del accidente mortal como al hombre que conducía el elevador les asistían años de experiencia en este tipo de operativos.