Un llamativo hinchable gigante y policías de paisano: así es la nueva campaña de Ravella contra las heces caninas en las calles

El niño, de unos cuatro años, abrió los ojos como platos. «Una caca gigante», dijo volviendo su rostro asombrado hacia su padre. La escena se registró ayer, al filo de la una y media de la tarde, en la plaza de Galicia, en Vilagarcía. Al rapaz no le fallaba la vista: en el medio y medio de ese espacio se alzaba un gran hinchable con forma de boñiga. Tan extraordinaria visión no respondía a ningún tipo de intervención artística: es más bien una denuncia. Y es que ese monumental excremento tiene el tamaño aproximado de todas las deposiciones caninas que realizan, en un solo día, los más de nueve mil perros censados en la capital arousana.

En el Concello han echado cuentas. Un perro genera —de media— cien gramos de excrementos al día. En la localidad hay 9.237 perros, lo que supone más de 920 kilos de residuos por jornada, seis toneladas y media a la semana. Afortunadamente, no todos esos excrementos acaban en las calles, pero una buena cantidad de ellos sí lo hacen, porque «hai xente que segue sen entender que é a súa responsabilidade» limpiar lo que su mascota ensucia. Así lo señalaron las concejalas Tania García y Mati Laya, quienes presentaron una nueva campaña de sensibilización con la que se persigue lograr unas calles más limpias. Para ello, Cris Durán, licenciada en Bellas Artes, ha diseñado una campaña que no va a dejar indiferente a nadie. Primero, por la gran caca que ayer presidió la plaza de Galicia (volverá allí el sábado) y que durante los próximos días recorrerá la ciudad, sorprendiendo cada vez a los residentes de un barrio distinto. Además, se han diseñado varios carteles con viñetas en las que se expone, con una buena dosis de humor y desde el punto de vista de los perros, el problema que supone que no se recojan sus deposiciones. Por último, entre los propietarios de canes se repartirán kits formados por bolsas y botellas para facilitar la recogida de las heces. «Á caca, bolsaca» y «ao pis, flisflís», son los lemas de una campaña que traerá cola.

Y no solo por lo impactante que pueda resultar, ni por lo directo que es el mensaje. La campaña, además de la parte de sensibilización e información, llevará aparejada una parte de vigilancia y sanción. Según explicó la concejala Mati Laya, se ha pedido la colaboración de la Policía Local de Vilagarcía, que durante las próximas semanas destinará a un par de agentes a patrullar de paisano para cazar a los propietarios de perros que ignoren su responsabilidad cívica de limpiar las deposiciones que pueda hacer su animal. Quienes sean descubiertos en tan incívico comportamiento recibirán sanciones que oscilan entre los cien y los quinientos euros.

A fin de cuentas, hablamos de un asunto serio. Por cada cuatro personas que residen en Vilagarcía, hay un perro. «Ter unha mascota é moi gratificante, pero implica o cumprimento dunha serie de obrigas e recomendacións. Non esquezamos que as feces caninas poden transmitir enfermidades bacterianas, virais, fúnxicas ou parasitarias, ademais de ser un obstáculo para a convivencia», dice el díptico de la campaña. Aunque, tal y como señala la responsable de la Protectora de Animales, Ángeles Cifuentes, «hai moita xente que leva xa moitos anos recollendo os excrementos dos seus cans, hai moita outra que non o fixo nunca, e xa vai sendo hora». Encontrarse con esas deposiciones es desagradable para todo el mundo, incómodo para la gran mayoría, y un auténtico obstáculo para quienes, por ejemplo, circulan en silla de ruedas. Así lo señalaba la concejala Tania García, quien hizo un llamamiento para que todo el mundo sea «responsable».