El grupo Alda cubre el mar de Arousa de punta a punta con siete hoteles
Vilagarcía de Arousa
Alberto Rodríguez augura una ocupación superior al 90 % todo el verano y anuncia la apertura de un establecimiento en Vilanova
27 Jun 2024. Actualizado a las 11:45 h.
Vinculado en sus inicios al Camino de Santiago y a la costa ártabra, Alda Hotels ha emprendido una decidida expansión hacia las Rías Baixas, que cristaliza en la gestión de ocho establecimientos, de los que siete rodean el mar de Arousa de punta a punta. Su director general, Alberto Rodríguez Boo, eligió el Hotel Carril, una de sus altas más recientes, para recibir la temporada de verano y exponer toda una serie de reflexiones acerca del amplio margen de potencial turístico que Galicia debe explotar. Ingeniero industrial de formación, Rodríguez abrió su primer establecimiento en Compostela en el 2009. Quince años más tarde, el grupo da cobijo a 37 hoteles en toda la comunidad y más de sesenta en España, además de su primera incursión internacional en Valença do Minho, a través de un equipo en el que hoy militan seiscientas personas.
Sus alojamientos en Arousa comprenden el Alda Ribeira, Alda Barraña Playa, en Escarabote, Alda Boiro, Alda Carril y Alda Castelao, ambos en Vilagarcía, el Alda Vía Norte, en O Grove, y su más reciente incorporación: Alda Alpina, en Vilanova de Arousa, que abrirá sus puertas en apenas diez días. «Es —explicó el primer ejecutivo de la compañía— nuestra novedad».
Rodríguez Boo posee un conocimiento profundo de la mayor de las rías, a la que le unen vínculos familiares. Sobre esta base argumenta que la distribución del territorio en dos provincias distrae las acciones de apoyo de las Administraciones públicas y auspicia dos realidades distintas, en las orillas norte y sur. «Las previsiones son desiguales. En O Salnés el nivel de demanda es más alto. Hoy mismo [apuntó, por ayer] los hoteles Castelao y Carril están completos y el nivel de ocupación estará por encima del 90 % todo el verano. En O Barbanza también se prevé un buen verano, pero nos va a costar más y los precios son significativamente más baratos».
Alda se mueve en el segmento de los hoteles de precios asequibles y un tamaño manejable. «Tenemos algún establecimiento de cuatro estrellas, pero es la excepción. Nuestro rango ideal se sitúa entre las treinta y las cincuenta habitaciones y las dos o tres estrellas, con un margen de precios muy amplio». Esta política de precios se caracteriza por su dinamismo, que se ajusta en función de la demanda concreta. El abanico se abre en unos treinta euros por noche para cerrarse en el entorno de los 120.
La apuesta por la tecnología —el autochecking es una de sus banderas— y la cuidada elección de sus inversiones, siempre en función de proyectos estables, redondean el perfil de un grupo con vocación de crecimiento.